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Los accionistas minoritarios piden a la CNE que suspenda el acuerdo de Sacyr y Pemex

Aseguran que es un «fraude de ley» para controlar Repsol 

La Razón
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 Nuevo capítulo en la crisis abierta a cuenta del control de Repsol. La Asociación Española de Accionistas Minoritarios (Aemec) solicitó ayer a la Comisión Nacional de la Energía (CNE) que deje en suspenso el pacto alcanzado por Sacyr y Pemex por el que ambas compañías unieron a finales de agosto sus votos para alcanzar de forma conjunta el 29,5% en Repsol.

Control de la petrolera
Aemec considera que el pacto es un claro fraude con el cual la petrolera mexicana habría evitado tener que solicitar a la CNE la autorización que se exige a una compañía extracomunitaria para adquirir una influencia significativa en una compañía competidora como es Repsol, en el marco de la denominada función 14. En su opinión, «resulta patente que la sindicación de votos supone una influencia significativa sobre Repsol», pues el 29,5% alcanzado persigue «tomar el control» de la petrolera española sin necesidad de lanzar la opa a la que se verían obligados Sacyr y Pemex si hubieran llegado al 30%.

Por ello, la asociación no sólo solicita que se deje en suspenso el acuerdo alcanzado en agosto, sino que se solicite de forma inmediata a Pemex que pida la autorización preceptiva.
La solicitud se suma a las realizadas en el mismo sentido por Repsol y Gas Natural. Esta última, de la que la petrolera española controla el 31%, ha pedido ser informada de las intenciones de Pemex que puedan afectar a su futura estructura.

La petición de Aemec llegó un día antes de que el consejo de la CNE celebre una reunión extraordinaria en la que podría abordar el análisis de la operación de la constructora con la petrolera mexicana. En el caso de que la CNE concluyese que debe investigar la alianza, dispondría de un plazo máximo de dos meses, hasta finales de noviembre, fecha muy próxima al tope que tiene Sacyr –finales de diciembre– para renegociar el crédito de 5.000 millones que solicitó para adquirir su participación de Repsol.

Ayer, de momento, lo que se celebró es una sesión del consejo de administración de la constructora que habría sido forzado por Demetrio Carceller y Juan Abelló, dos de sus principales accionistas, que estarían disconformes con el modo en que Luis del Rivero, presidente de Sacyr, ha gestionado la operación con Pemex. Según fuentes conocedoras de la reunión, el encuentro fue bastante tenso –«con mucho ruido», como detallaron gráficamente–. En el mismo, además de Carceller y Abelló, otros miembros mostraron también su disconformidad con el modo en que Del Rivero ha pilotado la alianza con Pemex. Un portavoz de Sacyr, sin embargo, aseguró que la reunión se celebró en un clima de absoluta normalidad y que no se produjeron fricciones entre accionistas.

Comisiones Obreras se sumó a las voces críticas con la alianza entre la constructora y Pemex y, a través de un comunicado, mostró su preocupación por las consecuencias que para el futuro de la petrolera española y de su estrategia industrial pudiera tener la operación.