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Doble fiesta en Trípoli: adiós al Ramadán y al régimen de Gadafi

Desde su escondite, el dictador insta a sus seguidores a prepararse para una «guerra prolongada»

Rebeldes libios se sientan sobre un misil en la base militar de Burkan, destruida ayer por los bombardeos de la OTAN
Rebeldes libios se sientan sobre un misil en la base militar de Burkan, destruida ayer por los bombardeos de la OTANlarazon

TRÍPOLI- En Bab al Azaziya, la que era la residencia y base de operaciones de Gadafi, y en el mismo lugar desde el cual el coronel pronunció sus últimos desafiantes discursos, decenas de familias libias se sacaban ayer fotos recuerdo, con globos y banderas revolucionarias. Son días de fiesta en Trípoli, es el Aid El Fitr y los habitantes de la capital empiezan a volver a salir a la calle después de la violencia y de seis meses de miedo.

Muchos siguen asustados, no se creen que la guerra haya terminado y el dictador se haya marchado, pero para otros tripolitanos esto es un momento especial, el más feliz de sus vidas: «Este año tenemos dos Aid, el fin del Ramadán y el fin de Gadafi», dice Hakim, un hombre de 48 años que visita Bab al Azaziya con toda su familia. Hussam, un joven rebelde que se encarga de garantizar la seguridad para los visitantes del complejo, cuenta que son muchos los que se acercan a ver este lugar simbólico, hasta hace poco prohibido: «Antes nadie podía entrar, durante 42 años sólo hemos podido imaginarlo desde fuera».


El último aniversario
Si la historia no se hubiera dado la vuelta, Gadafi probablemente se habría dirigido ayer al pueblo desde Bab al Azaziya, en el aniversario de su revolución: hace 42 años el coronel subió al poder en Libia derrocando al rey Idris en un golpe de Estado no sangriento y creando un país nuevo según su idea de socialismo, panarabismo e islamismo. La mayor parte de los libios han vivido toda su vida bajo el Gobierno de Gadafi: ilusionados en un principio, decepcionados luego, y finalmentehartos, hasta el punto de levantarse en armas. «¿Qué revolución?», preguntan los domingueros en Bab al Azaziya: «¡Ésta es la verdadera revolución!»

La historia se ha dado la vuelta y ayer el coronel se vio obligado a hacer un discurso, grabado y emitido por una cadena de televisión siria, desde el lugar en el que permanece escondido, que sigue siendo una incógnita. Maryan, una señora de 59 años, grita en la ex residencia del todopoderoso y omnipresente líder: «Menos mal que se ha ido, él y todos sus hijos!» y asegura que «está escondido bajo tierra». Los rebeldes creen que Gadafi se encuentra en Beni Walid, al sureste de Trípoli, e incluso hay rumores de que habría intentado salir del país rumbo a Argelia, pero que el presidente Abdel Aziz Buteflika no le habría recibido.

Pero el coronel asegura que no se rendirá y que está preparado para una larga batalla contra los rebeldes y la OTAN. «No nos entregaremos, no somos mujeres». Gadafi pidió a sus leales que preparen para una «guerra prolongada», a pesar de que no escuchen su voz, aunque ya Libia tiene una nueva banda sonora, un himno que reza «mi patria será libre, mi patria será fuerte y unida». Su autor, Massud, el cantante miliciano, es ya famoso y ayer animaba el ambiente en Bab al Azaziya: «He combatido a Gadafi con mi música y con las armas», explica a LA RAZÓN. «Desde el primer día he estado en primera línea», primero en el frente este de Bengasi, luego en Misrata y por fin en Trípoli.


Los rebeldes retrasan la toma de Sirte
Los rebeldes han retrasado la ofensiva contra Sirte,ciudad natal de Gadafi, a la que le dieron un ultimátum hasta mañana para rendirse. Los revolucionarios habrían ampliado de una semana el plazo para encontrar una solución negociada porque quieren evitar un baño de sangre en Sirte, donde la mayor parte de la población sigue fiel al coronel. Los rebeldes estarían negociando para entrar a Sirte pacíficamente, al mismo tiempo que preparan un ataque por el este y el oeste. Human Rights Watch ha mostrado su preocupación por los 100.000 habitantes de la ciudad, ya que se prevé una sangrienta batalla por el último y más importante bastión del régimen, que estaría concentrando allí sus fuerzas y armamento. En la foto, una imagen manipulada de Gadafi en la que éste aperece calvo.