Granada
«Desde el asesinato no creo en la Justicia»
La estadística de la violencia machista acogió el 31 de marzo de 2004 uno de sus más tristes hitos. Encarnación Rubio, de 46 años y vecina de Cúllar Vega (Granada), pasó a ser la primera mujer asesinada por un maltratador que había roto una orden de alejamiento. «Hubo un intento de atropellarla y pusimos una denuncia», recuerda Sonia Jiménez, de 33 años, hija de Encarnación y Francisco, el hombre que acabó con su madre. El juzgado le condenó a permanecer alejado 200 metros. «Esas medidas eran algo experimental. Teníamos miedo. Los agentes nos dijeron que "si no había sangre no venían''», asegura. Poco después, Francisco no falló y atropelló a Encarnación. Le condenaron a más de 20 años de cárcel. «La Justicia no funciona. No creo en ella ni en las órdenes de alejamiento», confiesa.
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