Benedicto XVI
Benedicto XVI: ««Los agnósticos con inquietud están más cerca de Dios que los fieles de ‘rutina'»
Los agnósticos que se preguntan por la existencia divina, sufren cuando obran mal y desean tener un «corazón puro» están más cerca del Reino de Dios que los fieles «de rutina». Éstos se quedan en los aspectos exteriores de la religión, como el «aparato de la Iglesia», sin que sus corazones sean «tocados por la fe». Durante la homilía de la misa que presidió ayer en la explanada del aeropuerto de Friburgo, Benedicto XVI utilizó el mismo tono reformista de su discurso posterior ante los católicos alemanes.
La crítica a los cristianos tibios, a quienes ya se había referido el día anterior, no significa que los que se vuelcan con la organización eclesial estén lejos de Jesucristo. «Absolutamente no», subrayó el Papa, agradeciendo la labor de tantos colaboradores, empleados y voluntarios que mantienen vivas las parroquias y la Iglesia «por entero». Esta labor debe estar impulsada por el amor, haciendo así visible al prójimo que Dios le quiere. Es por ello que la necesaria reforma de la Iglesia sólo puede realizarse a través de la «disponibilidad a la conversión» y renovando la fe.
Llamamiento a la unidad
La unidad es otro elemento que contribuirá a un nuevo florecimiento del catolicismo. Citando el caso de Alemania, el Papa ofreció la clave para que la Iglesia supere los «grandes desafíos» del presente y del futuro: los sacerdotes, religiosos y laicos deben colaborar; y los fieles, en unión con su obispo, mantener viva la «llama de la fe». Al final de la homilía, Benedicto XVI parafraseó a San Pablo al afirmar que el llamamiento a la unidad está ligado a la humildad. Aunque ésta no sea hoy una virtud «de gran estima», los cristianos deben cultivarla entregándose de forma humilde al prójimo y defendiendo el «bien común».
La misa de Friburgo fue la última de las ceremonias presididas por el Papa durante su viaje a Alemania.
✕
Accede a tu cuenta para comentar