El «Niño» vuelve a sonreír

Al amparo de su gente y en el campo donde aprendió a jugar al golf, Sergio García culminó ayer un largo proceso en el que ha aprendido a volver a amar su deporte y a enfocarlo de una manera distinta después de tomarse un retiro voluntario el año pasado para reflexionar. La culminación de su readaptación al golf no pudo llegar de mejor forma. Un triunfo incontestable en el Castellón Masters, torneo que él mismo organiza y que se juega a escasos metros de su casa, con el menor resultado en golpes de la historia del Circuito Europeo (257) y la tercera mayor diferencia (11 golpes) de siempre.

El juego de Sergio ha ido mejorando a medida que avanzaba la temporada. Ha hecho cambios en su «swing» y está pegando muy bien a la bola. «Aún me quedan cosas que mejorar», comentaba el viernes después de firmar 63 golpes y hacerse con el liderato del torneo. Su fin de semana ha sido casi perfecto; con quince «birdies», un «eagle»y dos «bogeys», para vueltas de 64 y 63 golpes. Impresionante.

La retirada llevó a Sergio hasta el puesto 75 del mundo, lo que le obligó a jugar las previas de un «grande», el Abierto Británico, por primera vez en su carrera. Pero a base de trabajo y buen juego –quedó entre los doce primeros en los tres últimos «grandes» de la temporada– ha ido escalando posiciones hasta los 35 primeros del mundo, entre los que aparecerá tras su triunfo en Castellón, el que hace el 19 de su carrera.

El «Niño» no saboreaba la victoria desde el mes de noviembre de 2008, cuando se impuso en un desempate al inglés Oliver Wilson en el HSBC Champions en Shanghái. Han sido tres largos años en los que perdió la ilusión por jugar al golf y la ha ido recuperando poco a poco. Jugando así, a buen seguro que romperá muy pronto el maleficio y estampará su nombre como ganador de algún «Grand Slam». Y si le falla el golf, le llegará inspiración desde el cielo de parte de Severiano Ballesteros, para quien tuvo el primer recuerdo nada más embocar su último «putt» ayer en el «green» del hoyo 18 del Club de Campo del Mediterráneo.

El torneo también supuso un punto de inflexión para otro miembro de la «Armada» que no lo ha pasado bien en los últimos meses por una lesión en la espalda. Gonzalo Fernández-Castaño se aseguró la tarjeta para la temporada que viene con su segundo puesto, evitando así tener que recurrir a la exención médica que le hubiera obligado a jugar menos torneos. Consciente de que necesitaba ese segundo lugar, el madrileño salió a por todas desde el inicio, firmando unos excepcionales 29 golpes (siete bajo par) en los primeros nueve hoyos. Acabó con -16, uno menos que Alexander Noren y Richie Ramsay.