Cataluña

El PP quiere que los niños lleguen con un pan bajo el brazo

Como una gran familia, nunca mejor dicho, el PP catalán despidió ayer a Mariano Rajoy, tras su segunda estancia en Cataluña con motivo de la campaña electoral. Alicia Sánchez-Camacho y su hijo, Manuel; Alberto Fernández con su pequeña Clara; los concejales del Ayuntamiento de Barcelona junto a sus niños Marco, Eugenia, Pablo y otros chiquillos dijeron un «hasta luego» a Rajoy, que volverá el jueves para clausurar la campaña popular

Rajoy y Sánchez-Camacho –con su hijo Manuel en brazos– hablaron de la familia como «escuela de valores» que hay que proteger
Rajoy y Sánchez-Camacho –con su hijo Manuel en brazos– hablaron de la familia como «escuela de valores» que hay que protegerlarazon

Todos estaban contentos en el acto electoral que ayer organizó el PP, los niños porque el partido les montó un «chiquipark» con castillos hinchables y música de «Los payasos de la tele», y los mayores porque Rajoy suscribió «el contrato con la familia» que propone Sánchez-Camacho. El contrato promete que la Generalitat dará ayudas de 1.000 euros por el primer hijo, 1.500 por el segundo y 3.000 a partir del tercero, una medida que compensa la supresión del «cheque bebé» de Zapatero. Además, añade una ayuda de 900 euros anuales para familias con hijos menores de 16 años. Para echar un cable a las familias en la educación de sus hijos, el PP ofrece una deducción de mil euros de la cuota íntegra de la guardería y de 600 euros por hijo escolarizado en la concertada. Rajoy, preocupado por el «menosprecio» que el tripartito ha mostrado hacia las familias, y, sobre todo, por el modelo educativo que ha instaurado, se comprometió a devolver a los padres la libertad de elegir cómo quieren educar a sus hijos.