Cataluña

Los sanitarios irán a la huelga si no se frenan los recortes

Los hospitales de Bellvitge y Josep Trueta se suman a la propuesta de Vall d'Hebron. En Sant Pau trabajarán más para atender la demanda

El director gerente del Instituto Catalán de Salud, Joaquim Casanovas, ayer custodiado por los Mossos d‘Esquadra ante el asedio de trabajadores sanitarios
El director gerente del Instituto Catalán de Salud, Joaquim Casanovas, ayer custodiado por los Mossos d‘Esquadra ante el asedio de trabajadores sanitarioslarazon

Barcelona- Bellvitge y Josep Trueta de Girona secundarán la huelga de Vall d'Hebron si el Instituto Catalán de la Salud sigue en sus trece de rebajar el sueldo a los sanitarios. Ni despidos, ni recortes salariales, ni ahogar un sistema que ya de por sí asume más por menos. Pero ayer nada se pudo negociar recortes en la mesa sectorial convocada por Govern y sindicatos, la segunda esta semana. La tensión y el malestar de los centros sanitarios se trasladó a la sede del ICS cuando centenares de trabajadores irrumpieron en la reunión que debía aproximar posiciones entre directivos y agentes sociales y boicotearon cualquier tipo de diálogo.

«Nos están poniendo entre la espada y la pared –aseguró Teresa Fuentelsaz, delegada de Metges de Catalunya en Bellvitge–, porque como médicos sabemos lo que tenemos que hacer pero no nos dejan». De hecho, el personal de este centro se reafirmó en aplicar los criterios médicos frente a los económicos y amenazó con secundar el paro planteado por los trabajadores del Hospital Vall d'Hebron la semana pasada. La asamblea organizada en el Josep Trueta de Girona acordó movilizarse en los mismos términos.

Sindicatos y trabajadores admiten que una huelga es la última de las alternativas a llevar cabo porque está en juego la atención al ciudadano, pero aseguran que no van a quedarse de brazos cruzados. «Los recortes que están haciendo son ilógicos», apuntó un celador a las puertas del ICS. «Están tomando decisiones que encarecen los servicios», añadió. Precisamente, una de las principales peticiones de los sindicatos es que el Govern justifique las medidas de recorte y defienda en qué han beneficiado a la eficiencia del sistema. Nada les garantiza que el próximo año la situación no se torne aún más penosa. Sin embargo, ni se atiende a sus peticiones ni se escuchan sus propuestas, denuncian desde el pasado mes de febrero.

Así, el ambiente en los hospitales y centros de atención primaria, ya tenso desde que se anunciara un recorte presupuestario global de 1.000 millones de euros, se convirtió en una «olla a presión» el pasado lunes, cuando el ICS dio a conocer su última hoja de ruta para hacer cuadrar las cuentas antes del 31 de diciembre. Y ésta explotó ayer pasadas las 10.00 horas en la sede del propio Instituto Catalán de la Salud. Le tocaba el turno de palabra al ICS, después de que los agentes sociales expusieran uno a uno su firme rechazo al plan del Govern, pero la reunión acabó ahí. Numerosos sanitarios paralizaron la reunión y ocuparon el edificio bajo el grito «¡Manos arriba, ésto es un atraco!». El director gerente del ICS, Joaquim Casanovas, tuvo que ser escoltado por los Mossos d'Esquadra entre la marabunta mientras unos y otros le increpaban. Los representantes de los cinco sindicatos –Metges de Catalunya, Satse, UGT, CC OO y Catac– coincidieron en denunciar los hechos, pero también en señalar que el espectáculo que se vivió en el edificio fue fruto de la situación, extrema, que el departamento de Salud ha creado en los centros.

Acampada y reunión
Las negociaciones entre la dirección del ICS y los representantes de los trabajadores se retomarán el próximo lunes 3 de octubre, una vez iniciado el mes en que el departamento de Salud ya quería hacer efectiva la rebaja salarial.

Mientras tanto el Hospital Sant Pau hará la veces de foro de debate después de que anoche numerosos trabajadores acamparan en el mismo centro. La decisión fue tomada en la asamblea de la mañana. También se decidió mantener las consultas externas abiertas cuando la dirección decida echarles el candado.


Los médicos quieren operar gratis a los enfermos de cáncer
Entre las diferentes propuestas expuestas en la asamblea del Hospital de Bellvitge destacó la de un cirujano: operar gratis a enfermos de cáncer. Y es que mientras la lista de espera de pacientes para poder pasar por quirófano no hace más que agrandarse, los médicos asisten atónitos, y frustrados, al cierre de instalaciones. El centro negó que se fuera a permitir esta práctica. Intervenir un paciente, aunque sea gratis, genera gasto. Quienes tampoco se escapan de los recortes y ven amenazado su futuro son los médicos residentes (MIR). Se les han limitado las guardias y durante horas trabajan sin apoyo de un médico adjunto. Las medidas del departamento de Salud no sólo les están abocando a cobrar menos, sino a reducir horas de formación y a no poder estar en contacto constante con el conocimiento y experiencia de sus superiores. Esta situación crea que los MIR que se están formando en Cataluña tengan un agravio comparativo con los de otras comunidades autónomas.