Despidos
ANÁLISIS: Es una buena reforma por Sandalio Gómez
l El Gobierno quiere eliminar la prórroga automática de los convenios
–Se trata de eliminar la famosa ultraactividad y la valoración de esta medida tiene que ser muy positiva, aunque hay que esperar los términos concretos en que se aprueba, si se elimina del todo o se reducen los meses para acordar la renovación de las cláusulas normativas. Las empresas necesitan adaptar el contenido de sus convenios de acuerdo a las necesidades actuales y no arrastar un marco laboral obsoleto que fue acordado en los años 90.
l ¿Es una buena idea generalizar el contrato de 33 días?
–Generalizar el contrato de fomento a la contratación indefinida, sin limitación de circunstancias personales, ni de límite de tiempo, es , sin duda un paso adelante positivo, aunque en mi opinión, se espera una medida más ambiciosa que extienda la indemnización por despido objetivo improcedente de 33 días, para todos los contratos, de manera que todos los contratos tengan las mismas condiciones y permita reducir de manera generalizada la indenmnización, en los casos apuntados. De esta manera sólo existiría un tipo de contrato indefinido.
l ¿Se debería reducir los contratos a sólo a cinco como se plantea el Gobierno?
–Se ha repetido en los últimos meses que había que reducir el excesivo número de contratos en vigor, pero hay que advertir que en realidad, de esos numerosos contratos, únicamente se utilizan en la práctica y en la mayoría de los casos, seis contratos: tres indefinidos, el normal, el de fomento y el fijo discontinuo y tres temporales, el eventual, el de Obra o Servicio determinado y el de Formación.
–¿Son las bonificaciones a la contratación una buena medida para incentivar el empleo juvenil?
–El problema del paro juvenil, es el más grave que existe en estos momentos en nuestro país. Por ello, todo el esfuerzo que se realice en este sentido, será bienvenido. Hasta ahora, el contrato de formación en las empresas es prácticamente testimonial. Para impulsar este tipo de contrato de manera decidida, hay que reducir su coste, tanto el coste salarial, como el coste de la Seguridad Social y es ahí donde el Gobierno puede aplicar subvenciones.
Sandalio Gómez
Profesor del IESE
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