Realismo la única vía

El pesimista se queja del viento, el optimista espera que cambie, el realista ajusta las velas» Esta frase del teólogo y matemático inglés del siglo XIX, William George, que capeó grandes crisis durante su vida, es adecuada en la actualidad. Estamos atravesando la mayor crisis de la historia moderna, superior incluso a la del 29. Las cosas están muy mal y hay que enfrentarse a los avatares de cada día y de cada caso. ¿Cómo?. Ahí radica el meollo de la cuestión. Eso es lo importante. Ver las cosas de forma pesimista no soluciona nada. Los lamentos y la autocompasión no resuelven los problemas. Sentarse a esperar a que las cosas mejoren, porque «no hay bien ni mal que 100 años dure, esto pasará y las cosas ya se arreglarán» tampoco va a solucionar los problemas existentes.

¿Qué hay que hacer para resolver situaciones conflictivas?. La solución es sencilla, ser realista. «Si gano 1.000, no puedo gastar 1500», ni en economías familiares, ni en empresas, ni en gobiernos. Hay que vivir con lo que se tiene y, si esto conlleva rebajar el nivel de vida..., hay que hacerlo.

Los responsables de Recursos Humanos de las empresas lo saben bien y ajustan la plantilla a la realidad del mercado.
A los tiempos de vacas gordas siguen otros de flacas. Las crisis son cíclicas y pasan, pero la única forma de afrontarlas es con realismo. Seamos pues realistas a la hora de afrontar los problemas. Es la vía para superarlos.