Ciclismo

París

Contador quiere el cuarto

«Lo normal es que no gane», dice, pero en el pelotón nadie ve otro favorito. Andy Schleck, la amenaza

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Madrid- Alberto Contador no ha vuelto a probar la carne desde que la UCI le informó del positivo por clembuterol. La vida le ha cambiado en algo más que en los hábitos alimenticios. Ha vivido media temporada castigado, sin poder competir. La otra mitad se la ha pasado recuperando el tiempo perdido. Pero hay costumbres que permanecen, como la victoria, aunque Alberto vaya a comenzar el Tour 2011 sin saber todavía si el de 2010 sigue siendo suyo.

La encuesta de «L'Equipe», el diario organizador, entre los directores, le da como favorito. No hay otro. Las dudas empiezan a surgir en el tercer escalón, porque el segundo parece propiedad de Andy Schleck. Pero la carretera es enemiga de las previsiones y Alberto se encontrará con una buena colección de rivales que llegan descansados después de haber visto el Giro por televisión. Sólo él se ha desgastado, aparentemente no mucho, en las carreteras italianas. Pero los kilómetros se acumulan en sus piernas junto a las horas de sueño perdidas por culpa del positivo que sigue a la espera de un juicio definitivo.

Todos están seguros del triunfo de Contador. Menos Alberto. «Lo normal es que no gane el Tour», afirma. Pero hace tiempo que el ciclismo se ha acostumbrado a que lo normal no existe cuando se habla de él. Puede con todo. Incluso con los silbidos del público francés, que ya comenzaron el jueves y no terminarán hasta los Campos Elíseos. «Tiene derecho a correr el Tour. Desde el principio de temporada nos preguntamos si puede estar aquí. A todos nos hubiera gustado que el caso se hubiera resuelto hace mucho, pero no es así. Alberto Contador ha sido absuelto por el sistema», asegura su director, Bjarne Riis. «No veo por qué debería ser castigado si ha sido absuelto por el sistema. No creemos que eso fuera lo justo. Nosotros hemos seguido las reglas», añade el danés.

Contador luchará contra sus enemigos, los de siempre, los hermanos Schleck, Basso, Evans, Klöden, Horner, Wiggins y algunos nuevos, como Gesink o Van den Broeck. Pero, además, corre contra la memoria de Pantani, el último en ganar Giro y Tour en el mismo año. Y contra Indurain. Ahora que se cumplen 20 años del primer triunfo del navarro en el Tour, Alberto puede igualarlo en el número de grandes vueltas. Siete consiguió Miguel, cinco Tours y dos Giros. Seis lleva Contador, tres Tours, dos Giros y una Vuelta. Con un triunfo más en la carrera francesa, alcanzaría los cuatro, una cifra en la que nadie se ha parado. Anquetil, Merckx, Hinault e Indurain siguieron hasta cinco. Armstrong se paró en el séptimo. Desde entonces, sólo ha habido ganadores españoles. Óscar Pereiro fue el primero y Carlos Sastre se coló en el reinado de Contador.

«Si me encuentro en condiciones y con piernas, me cuesta mucho frenar. La primera semana será difícil y ya veremos cómo me encuentro en la montaña», asegura Contador. «Sé que si tengo buenas piernas, querré atacar», añade. Y todos consideran que debe hacerlo. Este año tiene menos kilómetros contrarreloj, apenas 70, para distanciar a Andy Schleck. Su ventaja es que en la montaña también es el primero.

Entre los españoles, el otro preparado para el podio es Samuel Sánchez. En 2010 fue cuarto después de terminar fuera de control en sus dos primeras participaciones. Tardó en volver. Desde 2003 hasta 2008 desapareció de las carreteras francesas. Volvió para ser sexto. En 2009 cambió el Tour por el podio de laVuelta. El asturiano de Euskaltel va creciendo año a año y a los 33 el cuerpo le pide ser uno de los «escoltas» de Contador en el podio de París.

El Movistar es el otro participante español. Un equipo marcado por la desgracia. Durante el Giro conoció la muerte de Xavi Tondo. En la Vuelta a Suiza, la caída de Mauricio Soler. Ahora, David Arroyo se ve obligado a repetir como líder de la escuadra de Eusebio Unzúe. Llega cansado del Giro, pero espera ponerse a punto en la primera semana de carrera. Como Contador. Pero su objetivo se mide en etapas, no en jerséis amarillos.


El bus del Quick Step, registrado
La gendarmería francesa registró el autobús del equipo belga Quick Step pocas horas antes del inicio del Tour y, además, procedió a interrogar al director, Wilfried Peeters, y el chófer. El vehículo fue rodeado por cuatro patrullas camufladas y llevado a la comisaría de La Roche Sur Yon, donde se produjo su minucioso examen en busca, se supone, de productos prohibidos. La operación podría enmarcarse en una investigación judicial por dopaje abierta por iniciativa de la Fiscalía de Les Sables d'Olone, localidad cercana al lugar de donde hoy partirá la primera etapa de la ronda gala.