ANÁLISIS: Secuelas psicológicas por Valentín Martínez-Otero

l ¿Cómo puede afectar un cambio de custodia a los 12 años?
–Desde luego exige un período de adaptación que depende en gran medida del tipo de relación que mantiene con ambos progenitores, de su propia personalidad y la manera en que lo afronte. Cuando estos cambios de custodia y de residencia son indeseados los efectos negativos se incrementan y es fácil hallar ansiedad, trastornos del sueño, desorientación, rechazo y agresividad, disminución del rendimiento escolar, etc.

l ¿A tan corta edad se tiene capacidad de decisión en este aspecto?
–A los 12 años aún no hay madurez plena, ni cognitiva, ni afectiva ni moral, y, por tanto, las decisiones pueden basarse en aspectos secundarios y soslayar otros de mayor importancia para su futuro.

l ¿Que puede llevar a un niño el pedir el cambio de custodia?
–Depende de cada caso. Hay que ser muy cautos, porque algunos menores rechazan al progenitor que ejerce la autoridad y les exige (estudios, orden, etc.), habitualmente con el que conviven, y arrastrados por una especie de espejismo prefieren al que les consiente los caprichos. 

Valentín Martínez-Otero
Doctor en Psicología y Pedagogía