Acoso sexual
EL ANÁLISIS: Podría haberse suicidado
¿Es este un caso de violencia machista?
–La motivación en una persona en su sano juicio para matar a una mujer suele tener un componente de género. O bien lo hace porque busca una agresión de carácter sexual o bien porque la mujer trata de poner fin a una relación. Es en este momento cuando trata de hacerla pagar por su decisión. Por los indicios, podríamos estar ante un caso de agresión mortal de violencia de género porque era una relación consentida.
¿Tiene algo que ver la diferencia de edad entre agresor y víctima?
–Es un caso atípico de violencia machista porque no es frecuente ver una relación de pareja en ese tramo de edad, aunque sí entre personas maduras con otras de edad muy superior. Independientemente de la diferencia entre ambos, el maltratador lo que trata de demostrar es que su pareja es de él o de nadie.
¿Qué podría estar pasando en estos momentos por la cabeza del maltratador?
–Es muy difícil entender la conducta criminal tras haber cometido un delito de estas características y también saber qué opciones baraja. No obstante, no es descartable el suicidio, una de las alternativas que elige el 17% de personas que cometen agresiones mortales de violencia de género. El hecho de que haya agredido a otras personas en su huida es un indicativo de que podría haber acabado con cualquiera, es una manifestación de su ira no sólo contra la menor por haber intentado cortar la relación, sino también con el pueblo, que en algún momento él pudiera haber intrepretado que rechaza su relación con la niña. Los agresores que están más integrados y que sufren mayor presión social son los que suelen optar por el suicidio. En el caso de El Salobral, el agresor lo reconoció y comunicó a la Guardia Civil su crimen porque, en el fondo, busca reforzarse como hombre, pero después huye y eso refuerza la idea del suicidio. En el 75% de los casos, los maltratadores acaban entregándose y en el 8% hacen cosas poco frecuentes. El caso demuestra que hay un componente muy alto de ira y de ensañamiento, ya que disparó a la menor hasta tres veces.
¿Podemos decir que es un trastornado?
–Nunca la conducta justifica el trastorno. Cuando hay un comportamiento poco frecuente pensamos que es obra de un loco, pero la mayoría de los crímenes que ocurren en el mundo son cometidos por personas normales.
✕
Accede a tu cuenta para comentar