Interior

Antes durante y después

La Razón
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Las declaraciones de los testigos protegidos del «caso Faisán» ante el juez Ruz despejan alguna incógnita y aportan detalles curiosos sobre los contactos políticos del Gobierno con ETA. El primer aspecto es que el «jefe de la negociación» fue siempre Rubalcaba. Antes de ser ministro y por supuesto ya instalado al frente de Interior. También después, una vez rota «oficialmente» la tregua. El actual candidato del PSOE, a quien se cree que los terroristas denominaban «Gorburu», ha sido en realidad el «maestro de ceremonias» de los «encuentros» (al menos 66) en los que Eguiguren era el transmisor de su doctrina, y Ternera el interlocutor principal. Cosa curiosa porque Rubalcaba siempre dijo que a Ternera le buscaba la Policía por tierra, mar y aire, pero que era muy complicado localizarle.
En realidad se reunieron con él 66 veces seguidas, le permitían que hablara en euskera y le ponían traductor, y le daban tratamiento de jefe de la delegación contraria.
Los testigos del «Faisán» vuelven a dejar en cueros al ex vicepresidente del Gobierno, porque de sus declaraciones puede deducirse que mintió cuando dijo que la negociación con ETA fue obra de Zapatero y no suya; mintió al asegurar que no sabía donde estaba Ternera; y mintió al afirmar que no habría más contactos tras el atentado de la T4. Igual que probablemente ahora al proclamar que no tiene nada que ver con la entrada de Bildu en las instituciones.