La «izquierda exquisita» obtiene en un día la mitad de la fianza de Assange

LONDRES- Hay mucha diferencia entre pasar las navidades en un lujoso caserón al este de Londres y una celda minúscula de la que sólo se puede salir una hora al día. Julian Assange, el fundador de Wikileaks, espera que la primera opción sea el escenario donde celebre la entrada de año, pero todo depende de la decisión que hoy tome el Tribunal Superior de Londres tras estudiar el recurso de apelación presentado por las autoridades suecas. El famoso ex «hacker», para muchos convertido en el personaje del año, permanece en prisión desde la semana pasada acusado de presuntos delitos sexuales por parte de Estocolmo. El martes, la Corte de magistrados de Westminster le concedió la libertad bajo fianza de 240.000 libras. A la salida del juzgado reinó la euforia entre sus admiradores, pero la Fiscalía sueca –representada en Reino Unido por la letrada Gemma Lindfield– anunció que recurriría la decisión.
El abogado del australiano, Mark Stephens, recalcó ayer que su cliente estaba acusado de la categoría más baja de violación en virtud de la legislación sueca, un delito que las autoridades del país nórdico no habían empleado hasta ahora para una extradición. «Incluso si fuera condenado, es improbable que fuera a la cárcel», afirmó. Para el letrado, más que una «acusación», el caso se está convirtiendo en una «persecución» muy ligada a la publicación de 250.000 cables con información sensible para EE UU. «¿Por qué las autoridades suecas están tan decididas a que Assange pase la Navidad en prisión?, ¿tienen genes de Scrooge?», se preguntó, en referencia al protagonista despiadado de la obra de Charles Dickens «Un cuento de Navidad».
En caso de que finalmente el Tribunal se pronuncie a favor de su libertad bajo fianza, el fundador de Wikileaks se enfrentaría a otro obstáculo: reunir 200.000 libras en efectivo sin posibilidad de utilizar ninguna de sus tarjetas. Las otras 40.000 libras son en concepto de garantía, es decir, quedan como promesa de abono si Assange se fuga del país.
Numerosas personalidades de todo el mundo se han ofrecido a poner libras de su bolsillo para sacar al ex «hacker» de la celda. Su abogado explicó ayer que se había logrado reunir la mitad del dinero. «Incluso para las personas ricas es difícil juntar esa cantidad porque normalmente lo tienen en depósitos y no a disposición inmediata», señaló.
Si Assange ve finalmente la luz del sol, se hospedaría en la mansión del famoso periodista Vaughan Smith a la espera de la próxima vista para su extradición, previsiblemente el 11 de enero. El ex militar y reportero de guerra guarda especial amistad con el australiano. Es consciente de que al darle cobijo su vida corre peligro, pero ayer subrayó que estaba de acuerdo con todo lo que se está filtrando a través de Wikileaks. Con el ex «hacker» también pasaría la Navidad su madre Christine, que se ha desplazado hasta Londres para estar con su hijo. Eso sí, acompañada de robustos guardaespaldas.

Los principales benefactores
- Michael Moore. Documentalista político.
- John Pilger. Periodista.
- Jemima Khan. Embajadora de UNICEF en Reino Unido.
- Peter Thatcher. Activista de derechos de los homosexuales.
- Ken Loach. Cineasta británico.
- Gavin Macfadyen. Periodista y profesor en la City University.
- Hanif Kureishi. Novelista y dramaturgo.