Bruselas

Bruselas aprueba elevar el fondo de rescate hasta un billón de euros

Los líderes europeos lograron finalmente sacar adelante su plan para afrontar la crisis más grave de la historia de la moneda única, al pactar la condonación del 50 por ciento de la deuda griega, dotar al fondo de rescate con un billón de euros, y recapitalizar la banca.> El Santander necesita 14.970 millones, BBVA, 7.087, el Popular 2.362, Bankia 1.140 y La Caixa, 602> Las Bolsas se mantienen al alza animadas por el acuerdo en la Eurozona> Zapatero: «Los bancos españoles podrán ampliar capital sin dinero público»> Merkel: «aún queda bastante trabajo para cerrar el plan anticrisis»

Berlusconi y Merkel se saludan en la cumbre europea
Berlusconi y Merkel se saludan en la cumbre europealarazon

El acuerdo se forjó ya en la madrugada del jueves y tras ocho intensas horas de negociaciones, en Bruselas, entre los representantes de la banca acreedora y los líderes de la zona euro, comandados por la alemana Angela Merkel y el francés Nicolás Sarkozy.

Ha sido un acuerdo esquivo que ha requerido dos cumbres en cuatro días, y varios aplazamientos.

El punto más conflicto era lograr que los bancos aceptarán una quita de 100.000 millones de euros de la deuda, porque de no lograrse un pacto voluntario, el probable impago de Grecia hubiera desencadenado una reacción de contagio en la zona euro de proporciones desconocidas, según advirtieron los analistas en las últimas horas.

Pero a las 4,30 hora local en Bruselas (2,30 GMT) compareció el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, para informar del acuerdo. "Hoy, los miembros de la zona euro hemos dado un gran paso. Son medidas excepcionales, para tiempos excepcionales", indicó el político portugués, satisfecho de que tras las diferencias y divisiones de las últimas semanas, la Unión Europea será capaz de presentar ante la cumbre del G20 que se celebra el 3 y 4 de noviembre en Cannes su hoja de ruta para salir de la crisis.

La hoja de ruta consta de tres brazos entrelazados entre sí, ideados para restaurar la confianza en los mercados y evitar el contagio de la crisis a otros países de la zona euro.

El primero de ellos es la aprobación de un segundo paquete de rescate a Grecia, que estará dotado de 130.000 millones de euros, y que lleva aparejado una quita del 50 por ciento de la deuda que mantiene con la banca privada.

Cuatro años después de desatar la mayor crisis en siete décadas, la banca vuelve a estar en el centro de la diana, agujereada esta vez por la deuda soberana de la que huyen los inversores, y que le ha obligado a fortalecerse de nuevo. Y España se ha llevado la peor parte, al obligar el regulador europeo a una ambiciosa recapitalización de 26.161 millones de euros a los cinco bancos considerados sistémicos: Santander, BBVA, Bankia, Caixabank y Banco Popular. Sólo los seis bancos helenos tendrán que reunir más capital, hasta 30.000 millones de euros, mientras que el sector italiano, centro de atención por los nuevos ajustes que le exigen los europeos, tendrán que reunir 14,771 millones de euros, la tercera mayor recapitalización.

Bonos convertibles
La Autoridad Bancaria Europea (EBA, en inglés), responsable de fijar la cantidad y los criterios, informó en un comunicado de la cifra final tras el acuerdo que lograron los líderes de la UE en la cumbre de ayer en Bruselas. Sin embargo, el regulador europeo todavía no ha decidido si se incluirá dentro de este capital de máxima calidad a los bonos convertibles y otros instrumentos híbridos que, de ser así, reduciría la cifra necesaria hasta los 17.000 millones de euros, según informaron fuentes españolas. La EBA ha exigido a los 70 bancos considerados sistémicos de la Unión un 9% de capital de máxima calidad, lo que supone 106.000 millones de euros, como colchón que convenza a unos mercados financieros desconfiados de la fortaleza del sector, y como escudo para soportar el impago parcial de Grecia que cocinaban al cierre de esta edición.

Los bancos tendrán hasta el 30 de junio de 2012 para reunir estos nuevos colchones más exigentes que suponen adelantar, aunque de manera temporal, los requisitos de Basilea III, con los que debían cumplir en 2019.

Al evaluar la salud de los bancos, los líderes aceptaron someter a una devaluación de la deuda soberana no sólo de los países bajo rescate (Grecia, Irlanda y Portugal), sino un «ajuste de mercado» de toda la deuda soberana emitida por los Veintisiete respecto a su cotización a 30 de septiembre. Esta extensión a todos los bonos europeos, y no sólo a italianos y españoles como en un principio, disimula el golpe a la credibilidad de la economía española, que a pesar de reflejar sólo un hipotético escenario de una quita reducida, habría señalado a nuestro país en el grupo de los «sospechosos habituales». A pesar de este camuflaje, este «impago virtual» será de un 3%, mayor del 2% que había previsto la vicepresidenta Elena Salgado, lo que suponen 6.290 millones de euros del total.

En esta cantidad, el regulador europeo también incluye los préstamos de los cinco bancos españoles al Gobierno, comunidades autónomas, ayuntamientos y otras instituciones públicas, que también caen bajo la sombra de la duda del regulador. El golpe es más simbólico que económico, ya que la ABE se empapa así de la desconfianza en torno a las cuentas autonómicas, a pesar de que los bancos españoles sólo tienen prestado un 2,6% al sector público de los 3,3 billones de créditos que circulan en España, de los cuales sólo 396 millones son créditos dudosos, informa Jesús Martín.

Para recapitalizarse, los bancos acudirán primero a recursos propios, como la venta de activos y la congelación del pago de dividendos y bonos. En caso de ser necesario, podrán intervenir ayudas nacionales, que serán complementadas por el fondo de rescate europeo sólo como último recurso. Esta recapitalización forma parte del plan que tejían ayer los europeos de madrugada para dar una solución al problema de Grecia, la desconfianza sobre su sistema bancario, y el refuerzo definitivo del fondo de rescate.