Italia
Un diamante para Italia (0-0)
Eliminó a Inglaterra por penaltis y completó las semifinales. Partido sin goles, pero con ocasiones
Los ingleses siempre podrán presumir de haber inventado el fútbol, pero hace muchos años que olvidaron cómo se juega a este juego. Con Italia, en cambio, sucede al revés. Ha jugado siempre a defender y ahora apuesta por un juego más vistoso. Los dos se enfrentaron ayer en un choque que acabó sin goles, pero que fue bonito y con ocasiones para ambos. Al final, la lotería de los penaltis premió a la más ambiciosa, la «azzurra», que se enfrentará a Alemania en semifinales.
Cesare Prandelli tiene un reto mayúsculo entre manos. Se ha propuesto cambiar el estilo de juego de un equipo que cuenta con cuatro estrellas de campeón del mundo en su escudo. Pero el técnico italiano no es de la vieja escuela, le gusta la pelota y le gusta que sus jugadores la mimen. Eso del «catenaccio» le suena al Pleistoceno, aunque en los peores momentos le sigue tirando esa vena tan italiana, como le sucedió en la recta final del partido. Pero su empeño es encomiable y ante Inglaterra aprovechó las molestias musculares de Thiago Motta para seguir moldeando ese cambio de imagen.
Italia salió a jugar en pos de unas semifinales de la Eurocopa con un centro del campo abarrotado de calidad y falto de músculo. Todo lo contrario a lo que nos tenía acostumbrados. La ausencia de Motta la cubrió Montolivo, nuevo jugador del Milan, que aporta mucho cuando se trata de mantener la pelota y generar juego. Pirlo y Marchisio dejaban a De Rossi como único centrocampista italiano con amplia capacidad de trabajo. La apuesta no le salió del todo bien a Prandelli, aunque es digna de elogio por lo que supone para la mentalidad futbolística transalpina.
Con el planteamiento de Italia y una Inglaterra que cada día juega más encerrada y buscando la contra, se esperaba un choque con mucho más dominio «azzurro», pero nos encontramos con un encuentro abierto y con ocasiones en ambas áreas. Un oasis en el desierto polacoucraniano.
En cinco minutos, cada equipo ya lo había intentado con peligro. Un zurdazo de De Rossi se encontró con el palo derecho de la portería de Hart nada más empezar. Hubiera sido el gol del campeonato. Respondió Glen Johnson, ese lateral con alma de extremo, que trajo de cabeza a la defensa italiana durante buena parte de la velada. En una de sus internadas acabó disparando desde la frontal del área pequeña y topando con la mano salvadora de Buffon. Se echó en falta en el jugador inglés ese instinto asesino del que hacen gala los delanteros de área.
Aunque quería, a Italia le costaba mantener la posesión. Dio la sensación de estar un poco nerviosa en los primeros compases. Pero, poco a poco, se fue haciendo con el mando. Comenzó a presionar más arriba y provocó que a los «pross» no les durara nada la posesión. Disparo en largo desde la defensa y a trabajar. A pesar de todo, en cada pérdida del rival, los de Hodgson salían rápidamente a la contra e hicieron bastante daño. Unos y otros no se andaron con tonterías y probaron suerte al más mínimo espacio que encontraron. Muchos disparos lejanos se vieron, como los del incansable Cassano, con la portería entre ceja y ceja.
Con la apuesta de Welbeck junto a Rooney en lugar de Carroll, el seleccionador inglés buscó la compenetración de los dos jugadores del United, que se asociaron con facilidad y pusieron en dificultades a unos extrañamente inseguros por momentos Bonucci y Barzagli. Pero fue Balotelli el que protagonizó las dos acciones con más peligro. Un extraordinario pase en profundidad de Pirlo le dejó solo con el portero, pero se entretuvo demasiado. El delantero del City probó también a su compañero de equipo con un precioso remate, pero Hart respondió a la perfección. Ambos repitieron al comienzo de la segunda mitad y se apuntó también Montolivo, que mandó el rechace alto en la ocasión más clara hasta ese momento.
Italia tomó el control por completo tras el descanso con un Pirlo dominante y Hodgson decidió hacer un movimiento inteligente. Metió a Carroll consciente de que iba a ser la única forma de descargar juego en el área italiana. El fornido ariete inglés se convirtió en una pesadilla para sus marcadores desde el primer segundo y se intuía el peligro en todas sus acciones. El rumbo del choque pudo cambiar si el colegiado hubiera señalado un agarrón clarísimo a Terry, pero Proença miró hacia otro lado. Nocerino y Rooney fallaron en el descuento y la prórroga dio un puñetazo en la mesa. Visiblemente cansados, ambos equipos se centraron en evitar el peligro y lo fiaron todo al balón parado, aunque Italia fue muy superior en gran medida gracias a un inmenso Diamanti. El del Bolonia, además, marcó el penalti decisivo. Antes, un «Panenka» de Pirlo provocó más de un ataque al corazón. Italia sigue siendo Italia..
Inglaterra no sabe ganar a cara o cruz
Otra vez los penaltis condenaron a Inglaterra a la eliminación, una costumbre que los «pross» han repetido en cinco de los últimos seis grandes eventos en los que han participado. En las Eurocopas del 96 y 2004 y en los Mundiales de 1990, 1998 y 2006, la selección inglesa quedó fuera en el desempate. En ese cara o cruz en el que ayer consiguieron incluso ponerse por delante después del fallo de Montolivo, todo parecía de cara para ellos, hasta que Ashley Young se estrelló con el palo y Buffon adivinó las intenciones de Cole. Otra vez en los penaltis, Inglaterra para casa.
- Ficha técnica:
0 (2) - Inglaterra: Hart; Glen Johnson, Terry, Lescott, Ashley Cole; Milner (Walcott, m. 60), Parker (Henderson, m. 94), Gerrard, Ashley Young; Rooney y Welbeck (Andy Carroll, m. 60).
0 (4) - Italia: Buffon; Balzaretti, Bonucci, Barzagli, Abate (Maggio, m. 90); De Rossi (Nocerino, m. 80), Pirlo, Marchisio; Montolivo; Balotelli y Cassano (Diamanti, m. 78).
Penaltis: 0-1: Balotelli, gol. 1-1: Gerrard, gol. 1-1: Montolivo, fuera. 2-1: Rooney, gol. 2-2: Pirlo, gol. 2-2: Ashley Young, al larguero. 2-3: Nocerino, gol. 2-3: Ashley Cole, para Buffon. 2-4: Diamanti, gol.
Árbitro: Pedro Proença (Portugal). Amonestó a los italianos Barzagli (m. 83) y Maggio (m. 93).
Incidencias: partido correspondiente a los cuartos de final de la Eurocopa 2012 disputado en el estadio Olímpico de Kiev ante unos 55.000 espectadores.
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