Ecuador
De embarazadas sin recursos a empresarias
Red Madre impulsa un proyecto para que las jóvenes que atienden monten su negocio de confección de juguetes
MADRID-Una conversación casual hace tres años fue la semilla de un ambicioso proyecto de la Fundación Red Madre que hoy empieza a recoger sus frutos. Por aquel entonces, Mónica, una inmigrante ecuatoriana, acababa de quedarse sin trabajo como empleada de hogar tras comunicar a su jefe que estaba embarazada. Su situación personal era delicada pues no tenía con qué alimentar a su hijo, que venía en camino. No obstante, de una charla con Carmina García-Valdés, directora de Red Madre, surgió una iniciativa que cambió su vida. Inspirada en una muñeca de trapo, de la que presume como «su talismán», Mónica propuso y diseñó una actividad basada en la confección y venta de este tipo de muñecas, aunque enfocada a ayudar a mujeres embarazadas y madres sin recursos.
El proyecto «Red de madres emprendedoras» tuvo una gran acogida desde la cuna, a pesar de las dudas de sus promotoras. «Los primeros meses estábamos un poco expectantes porque no sabíamos cómo iba a funcionar la idea, aunque muy pronto empezamos a tener ya pedidos porque a la gente le gustaba lo que hacíamos», reconoce Mónica. Sus palabras reflejan ilusión y alegría puesto que la iniciativa marcha viento en popa. «El boca-oído ha sido muy importante. Se empezó vendiendo las muñecas en el colegio Montealto, pero se corrió la voz y ahora tenemos también encargos de particulares», admite la directora de Red Madre. Además, las muñecas se venderán en ferias y rastrillos solidarios, en organizaciones cívicas y a través de las 34 delegaciones de la fundación repartidas por la geografía española.
Toda la actividad y la fabricación gira alrededor de la casa de Mónica, que funciona a modo de taller. Allí acuden a diario otras tres mujeres embarazadas para confeccionar las muñecas a una velocidad frenética, pero con la calidad que le imprime el mimo y la pasión de una actividad artesanal. «Se podría considerar un oficio porque diseñamos, cortamos, cosemos y desarrollamos la imaginación», argumenta la propia Mónica. En cuanto a los materiales utilizados, las telas, material de relleno y pinturas corren a cargo de Red Madre y de las donaciones de los colaboradores, mientras que las cabezas de las muñecas, de plástico, son importadas de Ecuador.
Por ahora las integrantes del proyecto son de origen suramericano, pero no existe ninguna restricción de nacionalidad para participar. La explicación a esta realidad la aporta la directora de Red Madre, que señala que «es una actividad que las españolas no están dispuestas a hacer porque carecen de nociones de costura; muchas mujeres iberoamericanas, por el contrario, tienen todas una especial predisposición y una gran destreza para este tipo de actividades».
Perspectivas de futuro
Paso a paso, aunque con una visión empresarial y emprendedora que se deduce de sus palabras, Mónica es ambiciosa y quiere más. Es consciente de que ha conseguido mucho en muy poco tiempo y se muestra ilusionada al hablar del futuro de este proyecto. Comenta que «quiere seguir progresando» y no descarta que a medio-largo plazo pueda establecerse como una pequeña empresa. «Es un negocio que se puede ampliar y que además sirve para que otras madres aprendan y puedan tener ingresos económicos», sentencia. Los pilares de la hipotética empresa ya están asentados y ha experimentado un crecimiento notorio en sus ventas en apenas tres años de vida. Ahora, sólo falta lanzar la idea con una intención más comercial para que los resultados empiecen a llegar.
Premio a la mejor iniciativa social
El éxito de este proyecto ha tenido reconocimiento. El concurso de proyectos sociales Javier Pancorbo, promovido por la consultora Ernst & Young, lo ha distinguido como la mejor iniciativa social de España. «Es una tarea que promueve la integración de mujeres que están en un riesgo elevado de exclusión social», explica Alonso Cienfuegos, director de recursos humanos de Ernst & Young.
✕
Accede a tu cuenta para comentar