Cataluña
Cuidar de los débiles por Josep Maria Rañé
«Lo barato sale caro». Este aserto debería ser tenido mucho más en cuenta en estos días en los que se habla de recortes y contención del gasto público. Hoy corremos el gran riesgo de que los recortes de las aportaciones a los programas sociales, así como a las ONG's y las entidades sociales que se dedican a la atención de los colectivos más débiles, acaben resultando mucho más caras que el ahorro que suponen. La nuestra, a pesar de lo que se dice, no es una sociedad subsidiada. Es más, el nivel de organizaciones privadas sin ánimo de lucro, que mediante el voluntariado suplen las evidentes carencias de nuestro débil Estado del Bienestar son una expresión evidente de autoorganización social y solidaridad organizada.
Muchas de ellas son reconocidas (Caritas, Cruz Roja, FIAS) en su lucha contra la pobreza o la marginación social; otras no tanto, como ocurre con los centros especiales de trabajo y centros ocupacionales destinados a las personas con discapacidades. No obstante, todas aquellas personas que reciben sus atenciones están en deuda permanente con ellas. Pero ya sea mediante los recortes de la Renta Mínima, o ahora la supresión de las políticas activas de empleo y los programas de ayuda a las personas con discapacidad no solo se está poniendo en riesgo el cuidado de los más débiles, sino la viabilidad de los que organizaban la aportación desinteresada.
Los criterios contables no pueden ser los únicos para gobernar la economía. Recuperar a las personas que abandonamos en el camino y reconstruir el tejido asociativo que las cuida costará mucho en el futuro. Lo barato nos saldrá muy caro, en términos de cohesión social.
✕
Accede a tu cuenta para comentar