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Sin rumbo

La Razón
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Desde el PP le han pedido la dimisión y que convocara elecciones anticipadas. El fuego mediático amigo le enseña la puerta de salida antes de que hunda definitivamente el barco socialista. Sus amigos de antaño le temen porque sigue firmando el BOE y sus ministros se enteran por los periódicos de sus ocurrencias. Tiene en contra a los funcionarios, a los pensionistas, a los sindicatos subvencionados y copartícipes de su errática política económica, a los pequeños empresarios que se ahogan en deudas sin que les den un crédito, a los que llegar a fin de mes les supone un ejercicio de contabilidad que ya les gustaría que copiara el Gobierno. El FMI le pide reformas urgentes, los gobiernos que marcan la pauta en Europa nos vigilan y le obligan a tomar medidas que se negaban horas antes en el Parlamento. La Bolsa se desploma una vez y otra, pasamos de los cuatro millones de parados y cada día habrá más. Ayer se limitaba la deuda de los ayuntamientos y hoy se rectifica. Por la mañana se defiende una medida económica y por la tarde con más entusiasmo la contraria. Hemos pasado de incrementar el déficit para hacer frente a la crisis a proponer justo lo contrario sin que le temblara la voz ni el pulso. Y con este panorama el presidente asegura que no improvisa, no da cambios, ni bandazos. Que hace en cada momento y según las circunstancias lo que España necesita. Y apela al sacrificio y al patriotismo. Pero nadie le cree y camina sin rumbo a la nada. El presidente es el problema, no la solución.