El Gobierno prepara la prórroga del Estado de Alarma

De hecho, el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha sondeado este fin de semana la posición que adoptarían ante el nuevo decreto los grupos parlamentarios ya que, esta vez sí, la decisión requiere de la aprobación de la Cámara Baja. Y, como ya sabía de antemano, el Ejecutivo contará con el apoyo de nacionalistas vascos, catalanes, y quizá, canarios. Las tres formaciones, junto al PSOE, suman de sobra los 176 necesarios para la convalidación del decreto.

«Amenaza de caos real»
Tanto el portavoz de CiU, Josep Antoni Durán y Lleida, como el del PNV, Josu Erkoreka, han hecho saber al Gobierno que puede contar con su apoyo a la prórroga siempre y cuando ésta sea estrictamente necesaria para garantizar la paz aérea en las vacaciones de Navidad. Dicho de otro modo: que la amenaza de caos sea real. Mariano Rajoy, con quien también habló por teléfono, el vicepresidente político, no fue tan explícito en su respuesta. Es más, nadie en el Gobierno se atreve a asegurar cuál sería el voto del PP,. «El no les situaría del lado de los chantajistas y denotaría una nula voluntad de solucionar un problema de país, que no del Gobierno», aseguran fuentes del Ministerio de Fomento.

El Gobierno aguardará, en todo caso, a que el ministro de Fomento, José Blanco, haga hoy un relato cronológico del conflicto con los controladores ante la comisión de Fomento antes de solicitar formalmente la prórroga al Congreso. De ahí que ayer no estuviera claro en La Moncloa si el escrito del Gobierno llegará a tiempo a la Mesa de la Cámara Baja para que sea votado en la Junta de Portavoces esta misma mañana o si, por el contrario , será necesaria una reunión extraordinaria del máximo órgano de gobierno del Congreso el miércoles por la mañana . Tampoco estaba decidido ayer a última hora si el presidente convocaría o no un Consejo de Ministros extraordinario que, en todo caso, no sería preceptivo. Lo que sí es seguro es que el decreto de prórroga se aprobaría en pleno esta misma semana.

Con la prórroga de quince días, el Ejecutivo salvaría la situación hasta después de Nochevieja, concretamente hasta el 3 de enero, pero podría también decidir extender la alarma más allá de las dos semanas que marca la Constitución. De ser así, se garantizarían los vuelos de la festividad de Reyes, pese a que el tráfico aéreo, según Fomento, es bastante menor para entonces que en Navidad y Año Nuevo.

Blanco explicará con todo lujo de detalles la situación por la que atraviesan las relaciones entre Aena y los controladores desde que el pasado febrero se aprobara el primer decreto que cambió su jornada de trabajo. También informará de los motivos por los que de momento, no se puede garantizar la normalidad del tráfico aéreo sin la ampliación del decreto de Alarma. En función de cuál sea la respuesta del PP a las palabras del ministro, Blanco utilizará o no los datos que maneja el Gobierno sobre las concesiones que el PP hizo a los controladores cuando gobernaba, por ejemplo una jornada laboral de 1.200 horas de trabajo, las más baja de la UE o 600 horas extraordinarias al año cobradas al triple que una hora normal. Con este sistema, aprobado en el convenio colectivo de 1999, el salario medio de un controlador se situó en 334.000 euros al año, el triple de lo que cobran los mismos profesionales en el Reino Unido siendo su productividad mucho más alta. Durante años, se permitió además que los controladores se convirtiesen en un monopolio, ya que se dejó en sus manos la organización del trabajo y el acceso a la profesión y la formación.

Pero este relato es el que menos interesa a quienes han de prestar su voto al PSOE para aprobar la prórroga. Los nacionalistas quieren evidencias de que la prórroga es, como parece, la única alternativa para evitar que se repitan los hechos del Puente de la Constitución. La prioridad es garantizar el servicio aérero y evitar que los controladores vuelvan a las andadas, si bien advierten que esta situación no puede prorrogarse indefinidamente, y que el ministro debe apuntar soluciones, más allá de medidas extraordinarias.


Blanco insiste: habrá castigos
- El ministro de Fomento, José Blanco, comparecerá hoy a petición propia en el Congreso para informar de las decisiones que se han tomado a lo largo del último año en relación a los controladores. Blanco defendió ayer la respuesta «clara y contundente» del Gobierno ante el plante y se mostró convencido de que habrá controladores con «responsabilidad civil y penal» por haber abandonado sus puestos de trabajo de forma masiva.