F. C. Barcelona
La Liga está viva (2-2)
El Valencia tutea al Barcelona en la primera parte, pero sufre al final de un partido vibrante
Pep Guardiola apostó por jugar con tres centrales, pero no es la fórmula de la Coca Cola, no vale siempre y el Valencia encontró un agujero. Las bandas quedan desguarnecidas y por ahí empezó el conjunto de Emery a hacer daño al campeón. Por una de ellas concretamente, por la izquierda, en la que Mathieu le hizo la vida imposible a Mascherano. El argentino ha dado muestras de ser un defensa central solvente en citas como la final de la Liga de Campeones, pero ayer sufrió. Se iba al suelo y no rebañaba la pelota como otras veces. Entonces Mathieu tenía metros por delante para avanzar sin oposición. Por allí llegó todo el peligro local, y los dos goles, aunque uno lo marcara Abidal sin querer. Despejó mal cuando Valdés había salido a atajar la bola. Ambos se quedaron mirando sin remedio. La acción del tanto de Pablo fue calcada, aunque esta vez el francés no hizo un autogol. La pelota llegó al menudo centrocampista en condiciones ideales por la basculación de los tres defensas. Estaba solo y fusiló a Valdés para que Mestalla enloqueciera.
Porque entre medias al Barcelona también le había dado tiempo a hacer de las suyas. Sin el balón sufría, pero con él siempre es peligroso. Fàbregas y Messi se encontraron de nuevo para cocinar la acción que Pedro finalizó tras un pase del argentino. Pese al tanto con denominación de origen, al conjunto azulgrana le faltaba fluidez. El Valencia apretaba bien en el medio y a Xavi le costaba encontrar el sitio. Busquets ha comenzado el curso algo lento y Keita no intervino. El Barça estaba desconocido y errático. Alves se quedaba a mitad de camino. No le gusta defender, es un defensa con alma de delantero, y ayer, que no tenía la obligación de mirar atrás, era como si le faltara algo. De extremo no rindió, no sorprendió con sus llegadas y cuando pisó el área rival siempre eligió la mala opción de centro.
El Valencia estuvo vivo. Interceptaba los pases y salía rápidamente para que el Barcelona sufriera. Puyol tenía que multiplicarse y no siempre llegaba. Soldado pudo marcar en otra acción exacta a las de los goles, pero un leve toque de Valdés despistó al delantero, que ya estaba en el suelo y no pudo rematar en la dirección correcta. Pero no sólo de contraataques vivió el equipo del Turia. También discutió la pelota y la posesión estuvo dividida. Los «olé, olé» sonaron en Mestalla en muchos momentos.
A Guardiola no le gustaba lo que veía y no tardó en agotar los tres cambios. A los 18 minutos de la segunda parte ya había utilizado a los tres recambios. El último en entrar fue Thiago por Puyol. El capitán no puede darse atracones y, pese al resultado, se fue a descansar. Antes de los relevos el técnico azulgrana ya había recompuesto el equipo atrás. Alves volvió a ser lateral para tapar las incursiones de Mathieu.
El paso de los minutos y el cambio de sistema fue dando protagonismo a los azulgrana con la pelota. El Valencia se fue metiendo para atrás, aunque el Barcelona nunca encontró un alto ritmo de combinación. Pero el partido ya estaba más donde suele tenerlo el campeón de Liga. Nada de locuras. Él domina y él busca el gol dejando al rival la única opción del contragolpe. Por eso Emery sacó a Piatti, para buscar los espacios, la velocidad.
La entrada de Adriano en el Barça también fue importante. Le dio juego por bandas cuando intentó el regate y una preocupación con su presencia. Plantado allí hace el campo más ancho y aparecen más espacios por el medio, más huecos para que Thiago los encontrara (Messi falló la ocasión), o para que Messi conectara por fin con su socio preferido, Fàbregas, para hacer el gol que tanto les gusta. Cesc sorprende, Messi pasa entre líneas, Cesc marca. Los minutos finales se le hicieron eternos al Valencia. El partido ya estaba en «territorio Barça» y el enésimo pase de Messi lo desperdició Villa, o lo paró Guaita, que estuvo perfecto al aguantar el mano a mano. El Barça llegó tarde al partido, pero a tiempo para sacar un empate en un encuentro vibrante. Con rivales como el Valencia, la Liga está más que viva.
Ficha técnica:
2 - Valencia: Guaita, Miguel, Rami, Víctor Ruiz, Mathieu (Piatti, m.73), Albelda, Banega, Albelda (Tino Costa, m.46), Pablo, Canales (Jonas, m.68), Jordi Alba y Soldado.
2 - Barcelona: Valdés, Dani Alves, Mascherano, Puyol (Thiago, m.63), Abidal, Busquets, Xavi, Keita (Adriano, m.57), Cesc, Messi y Pedro (Villa, m.57).
Goles: 1-0, m.12: Abidal en propia puerta. 1-1, m.14: Pedro. 2-1, m.23: Pablo. 2-2, m.76: Cesc.
Árbitro: Velasco Carballo (comité madrileño). Amonestó por el Valencia a Rami, Jonas y Soldado y por el Barcelona a Mascherano. Expulsó con roja directa al valencianista Jordi Alba en tiempo de prolongación tras una conversación del defensa valencianista con el árbitro asistente.
Incidencias: partido disputado en el campo de Mestalla ante 50.000 espectadores. Terreno de juego en aceptables condiciones. En los prolegómenos del partido el exentrenador del Valencia, Rafa Benítez, recibió dentro del palco y de manos del presidente valencianista, Manuel Llorente, la insignia de oro y brillantes de la entidad por su trayectoria y los títulos logrados entre 2002 y 2004.
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