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Estilo Oliart: es «coherente» dedicar más tiempo al Gobierno

El «Libro de Estilo de la Corporación» marcará la forma de trabajar de los profesionales de RTVE bajo la polémica presidencia de Oliart.

A Alberto Oliart le corresponde implantar las nuevas normas en RTVE
A Alberto Oliart le corresponde implantar las nuevas normas en RTVElarazon

Garantizar «el servicio público y el máximo rigor informativo, independencia, calidad, pluralidad y atención a los intereses de toda la sociedad» es el objetivo que se marcó el pasado 2 de junio el Consejo de Administración de RTVE, cuando aprobó el nuevo Libro de Estilo de la Corporación. En la actualidad, el libro está en las últimas fases del proceso de edición, trabajo que corresponde al Instituto Oficial de RTVE. Cuando se difunda, será accesible en la intranet de la Corporación.A partir de su verdadera entrada en vigor, y como se ha sabido al difundirse ayer parte del contenido por Servimedia y Ep, el nuevo estilo de RTVE considerará «coherente» que la información sobre el Gobierno «ocupe más tiempo y espacio que la información sobre otras entidades políticas, porque sus acciones repercuten directamente en la vida de los ciudadanos y deben ser suficientemente difundidos y explicados». Esta norma se hará compatible «con la actitud periodística» que los profesionales de la casa deben dispensar a todo tipo de información: «Investigación y comprobación de datos y búsqueda de respuestas, valoraciones o alternativas de los partidos de la oposición y/o de los distintos grupos sociales».

Ruedas de prensaCuando un partido político o una empresa convoque una rueda de prensa y después no deje hacer preguntas a los periodistas, los informadores lo deberán hacer constar en su noticia sobre el hecho en los telediarios de TVE. Y hay más: no se difundirá la señal sobre acontecimientos en directo que sea proporcionada por entidades interesadas, una practica ya habitual de los partidos políticos. Cuando no sea posible obtener imágenes propias, habrá que informar a la audiencia de que la señal viene de un tercero. El libro también advierte contra la publicidad, directa o encubierta, y prohíbe a los trabajadores de la casa aceptar regalos de empresas. Recuerda que aquellos actuarán con «absoluta independencia, sin que puedan recibir órdenes o indicaciones imperiativas del Gobierno».Antes de utilizar vídeos sacados de internet, se deberá «extremar la precaución, ya que ese material puede generar derechos de autor o, incluso, ser falso», como se ha demostrado en varias ocasiones. En cuanto a las «noticias del corazón», se dice que «el atractivo morboso que pueden suscitar determinados sucesos o la vida privada de personas no justifica la intromisión en la intimidad de los ciudadanos».Se establece que el uso de imágenes especialmente duras o dramáticas se debe limitar «a los casos en que tengan un alto valor informativo y su emisión sea necesaria para entender el alcance de lo sucedido». Los primeros planos de heridos y cadáveres serán «siempre innecesarios, incluso si se trata de víctimas de atentados terroristas».

Más que gramáticaEl nuevo manual de estilo, cuya redacción se incluyó como obligatoria dentro del «mandato marco» de la Corporación RTVE, va mucho mas allá de la imposición de normas gramaticales y estilos redaccionales. Su cumplimiento será obligado para los profesionales del medio. Se trata de una norma que afectará a la forma en la que se deben redactar o editar las noticias, sobre todo en lo que afecta a los servicios informativos. Así, será primordial ofrecer un tratamiento mediático de asuntos sociales «especialmente sensibles» como la violencia de género, inmigración, sucesos o hechos en los que estén implicados menores.

Aprobado por unanimidadTanto en la comisión correspondiente como en el pleno del Consejo de RTVE, el manual de estilo fue aprobado por unanimidad de todos los consejeros. Su redacción no estuvo, sin embargo, exenta de polémica. Como no había más precedentes que normas de estilo gramatical, se encargó al Instituto de RTVE la redacción de un borrador. Pero el trabajo no satisfacía en modo alguno a los consejeros que, hartos de excusas o incumplimientos, pidieron al entonces director general Luis Fernández la destitución del responsable del Instiuto el pasado mes de septiembre. Al final, el borrador fue discutido y corregido en la comisión y se completó sin incluir el punto de vista de quienes pensaban que se requería un manual menos «intervencionista» o de quienes opinaban precisamente todo lo contrario.