PP y PSC mueven los hilos de la negociación de los presupuestos de Trias

BARCELONA- Cumplir cien días en un gobierno no es una celebración que invite a brindar con cava. Aún menos cuando quien gobierna lo hace en minoría, como Xavier Trias en el Ayuntamiento de Barcelona. Pese a encontrarse en una situación nada cómoda, Trias quiso hacer ayer un balance de sus primeros cien días de mandato, de los que destacó que ha impulsado un cambio «tranquilo».

Aunque se mostró satisfecho con iniciativas como la de bajar patrullas al Metro, con la que se ha reducido un 25 por ciento los delitos, Trias no escondió lo difícil que le está resultando gobernar con 14 concejales. Para aprobar las ordenanzas fiscales y los presupuestos de 2012 necesita siete votos y eso sólo se lo pueden ofrecer el PSC (12) y el PP (9). Pero ninguno de los dos está por la labor de facilitar acuerdos a CiU.

Trias lo volvió a comprobar ayer tras reunirse con Jordi Hereu primero, y con Alberto Fernández después, para negociar los presupuestos. Aunque Hereu le trasladó que quiere ser jefe de la oposición, el alcalde cree que pueden alcanzar acuerdos. Pero una cosa es poder y la otra querer. Trias confía en su arte de pactar, pero en este juego todos negocian con todos, como demuestra la llamada que Hereu hizo a Fernández tras verse con Trias. PSC y PP ejecen de titiriteros con una CiU abierta a pactar con todos, por obligación.