La Paz
Terror antes de la misa de ocho
Se investiga si el homicida fue a la iglesia a buscar a sus víctimas o las eligió al azar
MADRID- Nadie tenía muy claro cómo había ocurrido el macabro suceso de anoche. Algunos testigos aseguran que el hombre de 34 años «iba a por la embarazada», otros, sin embargo, dicen que disparó «al azar». Lo único que confirmó la Jefatura Superior de Policía de Madrid es que no había relación entre ellos. Al estar ya fallecidos será imposible saber si ellos se conocían de algo. En cualquier caso, nadie comprendía ayer lo que se le pasaría por la cabeza al hombre para cometer tal acto, aparentemente, de locura.
El templo estaba lleno de feligreses porque en breve iba a dar comienzo la eucaristía de las ocho de la tarde. Además, iba a celebrarse una misa funeral por un recién fallecido. El yerno de este difunto asegura que sucedió todo muy rápido. «Escuché un disparo y luego parece que el "loco"tiró al retablo y la bala debió de rebotar en la mujer embarazada», asegura. «Algunos nos quedamos ayudando a las víctimas y otros salieron de allí despavoridos. Ha sido dantesco». Los facultativos del Samur tampoco tenía muy claro que los disparos hubieran sido a bocajarro. Sin embargo, lo que afirman otros testigos es muy distinto. «Fue a por la mujer embarazada, que estaba sentada junto a su madre. Le disparó en la cabeza y fue a por la siguiente. No sé si la escogió al azar. Lo único que escuché era a la madre de la embarazada gritar: "¡Han matado a mi hija!"», afirma Bernabé, otro testigo de los hechos. Todo ocurrió en apenas un minuto.
Tras disparar a la mujer de 52 años, Bernabé trató de ayudarla. «Me dio el teléfono de su hermano. Pensé que sólo se encontraba mal, pero cuando se abrió un poco la chaqueta vi que tenía un disparo en el pecho y le había atravesado el tronco porque le sangraba la espalda», afirmó. El perturbado continuó avanzando en dirección al altar hasta que finalmente se quitó la vida de un disparo en la boca.
La mujer que se encontraba casi a punto de dar a luz, de 36 años, estaba en parada cardiorrespiratoria cuando llegaron los facultativos del Samur. Trataron de reanimarla al mismo tiempo que decidieron practicarla una cesárea in extremis en el interior del templo. La encargada de realizar la única parte bonita de esta oscura historia fue la jefa de guardia del Samur, Ceferina Cuesta. «Apenas tardamos unos cinco minutos pero el bebé también se encontraba en parada. Tras reanimarlo lo trasladamos urgente a la Unidad de Neonatos del hospital de La Paz. Hasta que no pasen 72 horas no sabremos cómo evolucionará». El padre de la criatura y marido de la mujer fallecida se acercó hasta el templo y conoció de la mano de los sanitarios la triste noticia de su mujer y al mismo tiempo el nacimiento de su hijo.
Por su parte, la otra mujer, de 52 años, presentaba una herida en el tórax y también fue trasladada en estado grave a La Paz. Los cadáveres del perturbado y de la mujer embarazada fueron trasladados al Instituto Anatómico Forense sobre las 22:30 horas de la noche. La Policía Científica se encargará ahora de aclarar las circunstancias del suceso.
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