Economía
El mueble espera una feria peor que la anterior y pide más ayuda pública
Hábitat Valencia llega cargada de novedades y sin caída de expositores pero, aun así, las firmas no creen que vayan a hacer negocio.
VALENCIA- Durante el primer semestre del año las exportaciones de mueble valenciano aumentaron un 3,8 por ciento. Es una buena noticia, pero no es suficiente para el sector. Así lo aseguraron ayer tanto el portavoz de la empresa valenciana de mueble Hurtado, como Mario Mariner, el propietario de la clásica firma que lleva por nombre su apellido.
Los dos empresarios, presentes en la actual edición de la feria Hábitat Valencia, señalaron que las expectativas de cara al actual certamen no son buenas. De hecho, Hurtado señaló que son «peores» que las del año pasado, puesto que el ritmo del sector también se ha frenado.
Mariner precisó que, aunque las ventas a los países árabes y Asia han experimentado un gran crecimiento, en Europa y EE.UU se ha producido el efecto contrario. «Por no hablar de la demanda interna, que hace tiempo que preferimos ni mirarla».
Además, recordó que han asumido que «hacer negocio en la feria es una utopía». Aun así, es una buena manera de mostrar los productos y darse a conocer entre los nuevos compradores.
Con respecto a las ayudas procedentes de la Administración, señaló que las subvenciones «están bien, pero tardan mucho en llegar» y añadió que el sector necesita nuevas medidas de apoyo similares al Plan Renove que se realizó con el automóvil.
Por su parte, el conseller de Economía, Industria y Comercio, Enrique Verdeguer, que presidió la inauguración del certamen, resaltó una vez más la importancia de apostar por la internacionalización y señaló que la salida al exterior es la mejor manera de hacer frente a la coyuntura económica actual.
El nuevo presidente de Hábitat Valencia, José Blasco, por otro lado, explicó que su prioridad es, primero recuperar la credibilidad de la feria y, posteriormente, conseguir que este certamen vuelva a crecer.
Los foráneos pagan antes
- Aunque probablemente es cierto que las exportaciones no van a salvar al sector del mueble de la complicada situación en la que se encuentra, las ventas al exterior cuentan con la ventaja de que los clientes son «buenos y solventes» y pagan dentro del plazo, como máximo en 60 días, al contrario que en el ámbito nacional, donde los pagos son más lentos. Así lo aseguró ayer el presidente de la Federación Valenciana de la Madera y el Mueble (Fevama), Vicente Folgado, durante su visita a Hábitat Valencia.
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