«Person of interest»: Potenciales criminales

Era cuestión de tiempo. Los atentados del 11-S planteaban un nuevo escenario internacional que reclamaba una serie de ficción que reflejara esos cambios desde una óptica menos política y más policiaca. «Person of Interest» responde a esa demanda con creces y, como no podía ser menos en los últimos años, ha tenido que ser J. J Abrams –el responsable de «Perdidos» o «Fringe»– el que firmase esta ficción.

La trama tiene un punto de partida prometedor: un ex agente de la CIA tiene la labor de identificar, entre toda la humanidad, a los que son «personas de interés», que no es otra cosa que ser autor, testigo o víctima de un atentado. Lo siguiente es averiguar cuándo y cómo se intentará consumar el crimen e intentar evitarlo. Si el telespectador busca algo más que la evasión, han de tener en cuenta que «Person of Interest» va más allá porque plantea preguntas no exentas de polémica como: ¿Es legítimo vigilar a los ciudadanos para prevenir un acto terrorista? ¿Es ético vigilarlos por un crimen que no han cometido? La serie no ofrece las respuestas, pero a cambio invita a la reflexión.

Al frente del reparto, otro de los actores cinematográficos que ha dado el salto a las series de televisión sin ningún complejo: James Caviezel. Conocido por sus interpretaciones en «La delgada línea roja» y «La pasión de Cristo», afronta ahora un papel que le exige una gran contención interpretativa y poder de convicción.