Hamás

Gustavo de Arístegui: «Los islamistas radicales esperan agazapados»

Con firma propiaProfesión: diplomático y político.Nació: en 1963, en Madrid.Por qué está aquí: por su libro «Encrucijadas árabes. Lo que España y el mundo se juegan» (Singular Ediciones). 

«La democracia es incompatible con los islamistas.»
«La democracia es incompatible con los islamistas.»larazon

–«Encrucijadas árabes. Lo que España y el mundo se juegan». ¿Qué se juegan?
–La paz, la seguridad y la estabilidad. Si los extremistas se hacen con el poder en los países árabes, viviremos décadas de inestabilidad.

–España está ahora más preocupada por la deuda, la prima de riesgo...
–La crisis está tapando otros problemas muy graves que vienen del mundo árabe: terrorismo, flujos migratorios, problemas energéticos...

–Las imágenes de Gadafi ensangrentado entre la multitud, un horror.
–Nadie, por malo que sea, merece una muerte así. Esas imágenes no auguran nada bueno. Tampoco que quieran aplicar la «sharia».

–Las revueltas árabes: ¿son peores los que vienen que los que estaban?
–Se ha visto en muchas revoluciones: los que derrocan pueden ser peores que los derrocados. Los islamistas radicales esperan agazapados, y cuando consiguen el poder, no se apean de él.

–Afirma: «El exceso de optimismo mostrado por legiones de analistas y políticos de Occidente está lejos de la realidad y nos puede pasar factura».
–Así es. Dicen maravillas de las «primaveras árabes»; no ven que se han abierto puertas que no se sabe a dónde nos llevan.

–Los beneficiarios pueden ser los islamistas radicales...
–Sí. Se presentan como salvadores, con piel de cordero, y engañan a los políticos occidentales. La «sharia» es incompatible con la democracia.

–Muchos occidentales piensan que se es demasiado permisivo con la invasión migratoria árabe...
–La mayoría de los musulmanes son moderados: decir lo contrario es alimentar el furor extremista, es confundir a víctimas con verdugos. Alimentar el odio a los musulmanes es el mayor favor que se puede hacer al terrorismo yihadista.

–¿Democracia y Corán son compatibles?
–Sí. La democracia es incompatible con los islamistas.

–¿Sabe por qué la izquierda española es propalestina?
–Forma parte del imaginario de la izquierda global. Está en el catálogo «anti»: antiimperialista, antisistema, antiisraelí...

–No va en las listas del PP. ¿Se lo esperaba?
–No. Deseaba seguir en el Congreso.

–Me imagino que tiene un cabreo considerable...
–No, no estoy cabreado. Siento, eso sí, una tristeza grande.

–«Dime amigo: ¿la vida es triste o soy triste yo?» (Amado Nervo).