Renfe

Cuatro de cada cien usuarios de la red de metro se cuelan sin billete

El índice de fraude era del 9,8 en 2008 y del 6,7 en 2009. En 2010 se redujo al 4

En las estaciones de tranvía es donde se produce la mayor cantidad de fraudes
En las estaciones de tranvía es donde se produce la mayor cantidad de fraudeslarazon

VALENCIA- Reducir el fraude en el Metro es fundamental para conseguir un aumento de los ingresos, y así mantener la red en el mejor estado posible sin subir el precio de los billetes.
Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) puso en 2009 una campaña de la que han obtenido buenos resultados. El fraude se sitúa en el 4,6 por ciento y cuando comenzó era del 7,4. A finales de ese mismo año, el porcentaje ya se redujo al 6,7 por ciento. La disminución registrada cobra mayor importancia si se tiene en cuenta que antes de que comenzase la campaña, el índice de fraude ya se redujo considerablemente gracias a la implantación de las tarjetas sin contacto.
A partir de este momento, la excusa- que podía ser verdad- de que la canceladora no funcionaba o que no había leído el billete, dejó de servir para escapar a la multa del revisor. No hay más que mirar los datos de finales de 2008, que terminó con un índice de impagos del 9,8 por ciento. En cuanto se introdujo la tarjeta sin contacto, el fraude bajó casi dos puntos.
Las líneas en las que menos se paga son en los tramos en superficie, ya que no hay barreras para acceder al metro o tranvía, y donde no hay personal de FGV, como en los apeaderos y en las instalaciones soterradas antes de la hora de cierre.
La clave del éxito de esta campaña radica en ocho medidas. En primer lugar, se ha promovido la venta de tarjetas mensuales y títulos de larga duración. Son más baratas que los abonos normales y se pagan cuando se compran. Muchas de ellas se han fijado mediante convenios con entidades públicas y asociaciones.
En segundo lugar, se ha puesto en marcha el servicio del Centro Integral de Atención al Cliente y se han incrementado el número de expendoras automáticas hasta llegar al 95 por ciento de las estaciones y al 98 de los apeaderos.
Más barreras
La cuarta medida prevé instalar nuevas líneas para validar las tarjetas en aquellas estaciones que permiten la salida sin barrera. Por ejemplo, los viajeros que suben en estaciones como València- Sud pueden llegar hasta la playa sin atravesar controles. Lo mismo ocurre para los que suben en Empalme o en Sant Isidre.
Para evitar que la única manera de reducir el fraude sea la presencia de interventores se tiene previsto ejecutar cerramientos. En cualquier caso, el plan de lucha contra el fraude también ha supuesto un incremento en el número de revisores. Además, se han modificado las sanciones para aumentarla hasta 50 euros, que se reducen a 20 si se paga inmediatamente o en días posteriores.
Por último, se ha lanzado una campaña de concienciación. Bajo el título «Yo sí» se quiere hacer ver a los usuarios de la importancia de cumplir con el pago de los billetes, porque es la única manera de conseguir mantener un servicio público como el Metro, ya de por sí deficitario.
Los resultados son positivos. El índice de fraude es similar al de otras explotaciones europeas y los datos de viajeros en los tramos en superficie ha aumentado. Es decir, que hay muchos más que pican antes de subir.