España
Sinde descabeza la memoria histórica
Inesperado. Así ha sido el cese de María José Turrión, ex directora ya del Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca, a quien el director general de Archivos y Bibliotecas, Rogelio Blanco (que no quiso pronunciarse sobre la salida), le comunicó la tarde del martes por teléfono que la ministra de Cultura había decidido su cese por «pérdida de confianza».
Desde el Ministerio insisten en que «ha sido decisión de la dirección general firmada por la subsecretaría». Turrión accedió a su cargo el 1 de julio de 2008 y hasta hace 72 horas nada hacía presagiar la precipitada marcha, que se comunicó al patronato, aunque no es preceptiva su aprobación por este órgano, ya que se trata de un puesto de libre designación. «Me tuve que apoyar en la pared porque no me lo creía; estaba con mis hijas y me animaron», comenta Turrión, quien no quiere valorar su precipitada salida: «Ni puedo ni debo entrar. El mío era un puesto de confianza, si ya no gozo de la de Sinde habrá hecho lo que debía». Sobre si le afectó la noticia, asegura que «depende quién te lo diga: he necesitado 25 minutos para reponerme. Se acabó. Te llevas el sofocón y pasa, aunque esta mañana (por ayer) he recibido el ánimo de profesionales de toda España que se han desayunado con la noticia y que estaban tan extrañados como yo. En el Centro han cerrado filas en torno a mí. ¿Decepcionada? Con algunas personas sí», explica.
El doblete de Melgar
Turrión, quien demuestra a lo largo de la conversación sus ganas y energía, dice, refiriéndose a su despacho, que «esta mesa no era mía. Acepté por servir a los ciudadanos y he trabajado todo este tiempo con ilusión y muy feliz». Su cargo lo ocupará de forma temporal y «por un periodo limitado» (según Cultura) Manuel Melgar, director del Archivo de la Guerra Civil, que hará doblete mientras se designa quién cubrirá el puesto, aunque, según expertos consultados, podría quedarse hasta el 20N. «Después puede pasar de todo», aseguran. No es amiga de consejos, jamás los da, dice; sin embargo, confía absolutamente en su sustituto, «un gran profesional que me ha arropado como el primero». La ex directora define su cargo como «difícil y delicado porque se abarca un arco ideológico bastante amplio y es difícil sentar bases sólidas para construir un edificio que sirva a todos. Los cimientos tienen que ser firmes». Es funcionaria y seguirá en el Centro (el miércoles, de hecho, llególa primera), aunque explica que tendrán que crear una plaza ex profeso para ella de nivel inferior al que tenía (un 27 y ostentaba un 29). «Espero quedarme aquí», subraya.
El Centro de la Memoria Histórica de Salamanca reúne la documentación del periodo comprendido entre 1936 y 1978, con el fondo del Archivo General de la Guerra Civil Española como principal núcleo documental.
El PP quiere para la Biblioteca Nacional un tratamiento jurídico similar al del Museo del Prado
José María Lasalle, portavoz de la comisión de Cultura del Grupo Popular en el Congreso, lo dijo ayer con claridad: «El escenario de la Biblioteca Nacional es de incertidumbre institucional». Para él, las instituciones de cabecera, las que definen la cultura de España, deben «tener una ley de autonomía como la que posee ahora el Prado y va a disfrutar el Reina Sofía. La Biblioteca, la institución más antigua, se merece un tratamiento jurídico similar. Que tenga un funcionamiento autónomo para que pueda recuperar la visibilidad social que ha perdido». La propuesta ayudaría a que fuera un organismo autónomo con capacidad para financiarse a través del mecenazgo. «El modelo que tiene el Prado funciona muy bien, como hemos podido comprobar. Esta iniciativa la sacaría de la dependencia de Cultura, le permitiría gozar de un mecenazgo y también que se dejara de intervenir. Eso es lo que se ha logrado con el Reina Sofía gracias a un pacto de Estado entre el PP y el PSOE. Y debería ser extensible a la Biblioteca y al Museo Arqueológico». El objetivo de esta iniciativa es recuperar el prestigio que ha perdido la Biblioteca desde que fue rebajada a subdirección.
EL DETALLE: OTROS DAMNIFICADOS
El de María José Turrión es el tercer cese en el Ministerio de Cultura tras el de Ignasi Guardans, director general del ICAA,y amigo de Sinde que dejó de serlo en octubre de 2010, y el de Juan Carlos Marset, a quien se apartó del Inaem y se sustituyó por Félix Palomero. Milagros del Corral prefirió abandonar la Biblioteca Nacional cuando se degradó el rango de la institución. José Jiménez, ex director de Bellas Artes y persona de confianza de CésarAntonio Molina, antiguo titular de Cultura, dimitió en julio de 2009.
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