Subir los impuestos de tabaco y alcohol daña la salud de la economía

Madrid- Los planes del candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno Alfredo Pérez Rubalcaba pasan por una subida de los impuestos especiales del alcohol y el tabaco del 10%, si llega a la Moncloa el 20-N. Con el pretexto del agujero negro de la Sanidad, el candidato pretende reflotar las arcas públicas a golpe de impuestos. Garantiza que la subida le permitirá recaudar 1.000 millones, por lo que considera «razonable» el esfuerzo «de los que fuman y beben». Pero la propuesta reduciría en realidad la producción en 1.782,2 millones de euros, provocaría un desplome del PIB de 909,9 millones y destruiría 20.486 empleos.
Así lo estima, al menos, un grupo de economistas de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) que, en base a los datos tributarios del propio Ministerio de Economía, asegura que la recaudación no sería la que sostiene el candidato. sino que, a lo sumo, alcanzaría los 800 millones y sólo si el consumo de alcohol y tabaco resiste la asfixiante subida de impuestos. Pero «la demanda reacciona cada vez más ante las variaciones que se producen en los precios, es decir, se vuelve más elástica, y se podría concluir que el incremento real de la recaudación efectiva estaría en el entorno de los 442 millones», señalan en un informe.

«Ya no hay subida de impuestos que no afecte al consumo, dada la tremenda caída de la renta de los ciudadanos». Los expertos inciden en que las políticas de Elena Salgado han supuesto un duro revés para los españoles, a los que se ha drenado de renta disponible por la vía de los tributos y de la inflación. Al mismo tiempo, advierten de que «las medidas que España necesita no son subidas de impuestos, sino de ahorro y reducción de gasto, lo que permitiría contar con más fondos para consumir e invertir, junto con reformas estructurales precisas para retornar a la senda del crecimiento».

La experiencia desmonta también el proyecto de Rubalcaba: una subida del impuesto de las Labores del Tabaco, del IVA e incluso del IRPF suele provocar, según el mismo estudio, «una caída de la actividad, una subida de precios y pérdida de empleo».

Desplome de los ingresos
El Informe de recaudación tributaria correspondiente a agosto, y que elabora la Agencia Tributaria, refrenda la tesis de que el efecto de la subida de los impuestos sobre el tabaco y la normativa que cerca el consumo desde enero no han surtido el efecto esperado. Los ingresos que recibió el Estado gracias al impuesto de Labores del Tabaco cayeron hasta un 14,1% sólo el pasado agosto, lo que recortó la recaudación de los impuestos especiales hasta un 9,1%. El informe reconoce que dicho tributo acumuló un descenso del 1,5% durante los ocho primeros meses del año, cuando «la caída del consumo de cigarrillos, de un 19,0% hasta julio, se compensa con una subida del precio del mismo orden». No extraña este desplome del consumo, a la vista de que «el precio medio de la cajetilla creció hasta un 15,6% en julio».

La desviación presupuestaria de este impuesto batió también su récord y tocó su máximo histórico en 2010: -1.067 millones de euros. Dicho de otro modo, la recaudación fue un 12,6% inferior a lo previsto. Según la Agencia Tributaria, «se debe a que no se proyectaron para 2009 y 2010 unas caídas de las ventas de cajetillas tan negativas como las registradas».