Cataluña
Bajan a la mitad las operaciones de cambio de sexo a cargo del Govern
BARCELONA– No se eliminó de la cartera, pero el servicio ha sufrido un drástico recorte. Si en 2010, la unidad de trastorno de identidad de género del Hospital Clínic de Barcelona realizó 32 cambios de sexo, el año pasado la cifra disminuyó a 16. De hecho, cuando la conselleria de Salud, entonces liderada por la diputada socialista Marina Geli, abrió la puerta, en 2008, a costear este tipo de intervenciones, el objetivo era llevar a cabo unas 15 al año. Sin embargo, año tras año, la cifra fue en aumento hasta que la situación de las arcas públicas obligó a recortar en todo el sistema sanitario.
«Se han priorizado los casos más urgentes, siguiendo criterios públicos», señalaron fuentes del departamento de Salud a Ep. La operación, el cambio de sexo, es la última fase de un largo proceso que los pacientes están obligados a recorrer. Cuando los efectos de la crisis se hicieron evidentes y el Govern impuso máxima austeridad y recortes a cada una de las consellerias, se cuestionó la idoneidad de mantener este servicio dentro de la cartera sufragada por el sistema sanitario público. Una operación de este tipo cuesta entre 20.00 y 30.000 euros, aunque ni el Clínic ni las autoridades ha concretado nunca la cifra.
Las entidades representantes de lesbianas, gays y transexuales exigieron que no se diera un paso atrás en este sentido. Esgrimieron que los que siendo hombre o mujer se sienten del género contrario padecen problemas psicológicos, sociales y de aceptación propia y del entorno. De hecho, antes de someterse a la operación –vaginoplastia, para pasar de hombre a mujer o confección de un micropene con implantación de prótesis o injertos para pasar de mujer a hombre–, los pacientes deben llevar mínimo dos años en tratamiento y ser mayores de edad.
Durante éste, se someten a diferentes pruebas psicológicas y a un proceso hormonal de mínimo un año. La unidad de trastornos de identidad de género del Clínic recibe al año unos 80 casos. Pero no todos los pacientes que llegan a la unidad del hospital son candidatos a la intervención. Algunos no sufren realmente un trastorno de identidad de género y se les deriva al especialista que precisan y otros, simplemente, no se ven capaces de someterse al cambio de sexo completo.
Cabe señalar que existen otras operaciones complementarias como la extirpación de mamas, útero y ovarios o el aumento de pechos, reducción de la nuez, entre otras, a las que se someten los pacientes antes de la cirugía genital. En ningún caso, el cambio de sexo quirúrgico se lleva a cabo sin reflexión previa y sin una firme decisión.
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