Nueva York

Odyssey quiere llegar al Supremo

Este tribunal acepta apenas un 1% de los casos que se le plantean

Stemm (izda.), en la sede de su empresa, examinando una moneda del barco
Stemm (izda.), en la sede de su empresa, examinando una moneda del barcolarazon

Más de cuatro años de un dilatado proceso, demandas e intentos de implicar a diferentes partes –Perú, «The New York Times» incluidos–, Greg Stemm se niega a dar su brazo a torcer, incluso cuando parece que no le queda más remedio que devolver el tesoro de medio millón de monedas que arrebató a España y que, según ha decidido el Undécimo Tribuna de Apelaciones de Estados Unidos, debe devolver. «Estoy decepcionado por la decisión del tribunal, aunque no va a tener un impacto a corto plazo en nuestra compañía. Estamos inmersos en varios proyectos y nuestras operaciones funcionan muy bien», asegura tratando de restar importancia a la decisión, aunque no va a tirar la toalla. De hecho, pedirá al Undécimo Tribunal que reconsidere su decisión y está dispuesto a llegar al Tribunal Supremo para que revise su caso. Ambas vías parecen improbables: si el juez ya ha decidido, es difícil que modifique su postura. La instancia suprema admite apenas un 1% de casos al año, que suelen afectar a los derechos civiles o constitucionales. Si Odyssey quiere que el tribunal de Florida reconsidere su decisión, tiene 14 días para plantearlo. Y después, si vuelve a fallar en su contra, deberá devolver el tesoro en diez días, lo que significa que a fianles de 2011 podríamos tener el botín expoliado en suelo español.
El letrado que defiende los intereses de España en el litigio, James Goold, indicó a LA RAZÓN que «la decisión es una tremenda victoria para España y es acorde con todos los principios que hemos defendido. Reconoce de manera clara que la Mercedes es parte del patrimonio protegido de España». A pesar de todo, Odyssey ha anunciado que intentará recurrir, lo que implica un retraso en el cumplimiento del fallo. A lo largo de este tiempo ha tratado de frenar el proceso. «Nosotros nos opondremos. La decisión es contundente y clara», destaca Goold.


España, perjudicada
Todavía así, Stemm advierte que no tiene intención de darse por vencido y abandonar. Respecto al futuro de su negocio, mantiene que seguirán «trabajando con otros gobiernos. Algunos están muy satisfechos, aunque no ha sido el caso del Gobierno español. Lo triste es que la actitud de España va a provocar que se escondan los descubrimientos de otros naufragios. A largo plazo, me temo que España saldrá perdiendo», advirtió.