Andalucía

Crisis demográfica: por primera vez España pierde población

La proyección poblacional del INE achaca esta realidad a la crisis de la natalidad y al frenazo de la inmigración

Adiós al efecto llamada
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MADRID- «No es país para viejos». Este título cinematográfico define a la perfección cuál será la situación de España dentro de diez años. Una de las principales conclusiones que se pueden extraer de la proyección de la población de España a corto plazo 2011-2021, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), es que el modelo social español será insostenible en un plazo de diez años.

La reducción de la natalidad, sostenida en los últimos años por la población inmigrante, la reducción de llegada de extranjeros y el incremento de la esperanza de vida harán insostenibles, por ejemplo, el modelo actual de pensiones, que con la crisis económica ha vuelto a ser cuestionado. ¿Habrá que volver a retrasar la edad de jubilación? Si la situación económica no mejora y las perspectivas del INE se cumplen, no sólo será necesario sino que será una más de las medidas puestas en marcha para su supervivencia.

Es una operación matemática simple. La cifra de personas mayores de 65 años superará los nueve millones y la población en edad de trabajar no parará de caer de forma preocupante. Sino hay suficientes personas cotizando a la seguridad social y cada vez hay más personas mayores, el resultado es que no habrá capital suficiente para mantener unas pensiones dignas. La previsión es un aviso de lo que ya está ocurriendo y de dónde vamos a estar dentro de diez años. De momento, en 2011 y por primera vez en décadas, el saldo migratorio será negativo. El número de personas que dejarán el país superará al de inmigrantes en 130.850.

390.000 nacimientos
En cuanto a los nacimientos, entre 2011 y 2020 nacerán en torno a 4,4 millones de niños (un 4,7 por ciento menos que en la década pasada), y sólo en 2020 se registrarán 396.417 nacimientos, un 18,1 por ciento menos que en 2010. Esta es una de las consecuencias directas de la reducción drástica de la población extranjera, que ha sido el colectivo que ha sostenido las cifras de las tasas de natalidad en los últimos años.

La supresión de las escasas medidas de ayuda a la maternidad, la precariedad cada vez mayor de las economías domésticas y las interminables jornadas laborales provocarán un descenso del número de mujeres que deciden ser madres. A pesar de que el número de hijos por mujer pasará de 1,38 a 1,5, el total de mujeres que llegan a tener hijos será cada vez más reducido y seguirán esperando más alla de su 31 aniversario para su primer alumbramiento.
Estos datos confirman la tendencia por la que España ha pasado de ser el segundo país europeo por índice de fecundidad en 1976 (por detrás de Irlanda), a estar por debajo de la media en 1986, a tener actualmente una de las tasas de fecundidad más bajas de la UE.

La primera consecuencia de la caída de la natalidad será la reducción del 16,5 por ciento del número de niños menores de cinco años, hasta los 409.358. Con especial intensidad decrecerá la población entre 20 y 44 años, fruto en gran medida del descenso migratorio. Así, este grupo perderá 3,7 millones de efectivos, un 21,3 por ciento del total actual.

De este modo, la tasa de dependencia (menores de 16 años y mayores de 64) continuaría su tendencia creciente de los últimos años y pasaría del 49,4 por ciento actual hasta el 57,3 por ciento en 2021.

6.000 centenarios
Entre los mayores, destaca la previsión de aumento de los ancianos mayores de 85 años. El grupo de 85 a 89 años aumentará un 34,83 por ciento; el de 90 a 94, un 70, 91 por ciento; los de 95 a 99 años, un 88,95 por ciento, y el de mayores de 100, un 82,71 por ciento. En términos absolutos, habrá 250.795 personas en elgrupo de edad de 85 a 89 años; los de 90 a 94 supondrán 187.023; el colectivo de 95 a 99 rozará los 58.000, y los que superen el siglo de vida serán más de 6.600. El colectivo de españoles más numeroso lo compondrán las personas de entre 45 y 49 años, con 3,7 millones, seguidos de los situados entre 40 y 44 años, con 3,6 millones.

Diferencias regionales
La pérdida poblacional estimada en medio millón de habitantes no afectará a todas las comunidades por igual. Así, la proyección indica que Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana, País Vasco, Murcia, La Rioja, Navarra y Castilla-La Mancha, las regiones que tradicionalmente han acogido a un mayor número de inmigrantes, serán las que más habitantes pierdan. La disminución afectará, pero en menor medida a los territorios de Castilla y León, Galicia, Asturias, La Rioja y Extremadura. Por contra, comunidades como Aragón, Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, Murcia, Navarra, Ceuta y Melilla tendrán más habitantes dentro de diez años que ahora, pero la diferencia no será demasiado significativa.

En cuanto a la migración interior, las comunidades más fueres económicamente serán las más favorecidas. Así, la Comunidad de Madrid, la Comunitat Valenciana, Cataluña y Castilla-La Mancha serán los territorios que más población atraerán. En el otro extremo se situarán las Islas Canarias, Andalucía y Castilla y León, que presentarán los saldos migratorios más negativos del país.

 

Más de nueve millones de jubilados
La esperanza de vida de los españoles en el momento del nacimiento seguirá aumentando en España en los próximos años y se estima que para 2020 supere los 80 años para ambos sexos. De este modo, y teniendo en cuenta la reducción de la incidencia de la mortalidad actualmente observada, la esperanza de vida al nacimiento se incrementaría en 2 años en los varones, pasando de los 78,9 a los 80,9 años, y en 1,5 años en las mujeres, de los 84,8 hasta los 86,3 años. Al mismo tiempo, la esperanza de vida a los 65 años se incrementaría en 1,4 años en los varones (hasta los 19,7) y en 1,3 en las mujeres (hasta 23,5). En datos absolutos, 9,2 millones de españoles tendrán más de 65 años, un 17,8 por ciento más.