Automóvil
OPINIÓN: El drama belga
El anuncio de Fomento de reducir a la mitad la iluminación de las carreteras produce honda preocupación a la Asociación Española de Fabricantes de Iluminación porque conocemos en detalle los peligros que tal medida podría acarrear.
Quizás se deba recordar algunos datos que nos proporciona la experiencia de otros países. Durante los años 81 a 83, por razones económicas y de ahorro energético, en Bélgica se decidió apagar el alumbrado de las autopistas entre las 00:30 y las 5:30 de la madrugada, o bien disminuir los niveles de iluminación en dicho horario. Un análisis exhaustivo de los accidentes de circulación nocturnos dio los siguientes resultados: los siniestros aumentaron el 63%, el número de muertos se disparó un 38,5% y el de heridos graves el 108%. Son cifras aterradoras que nadie debería olvidar o echar en saco roto.
En España está cuantificado que en los tramos de carretera no iluminados el porcentaje de víctimas mortales por accidente de circulación se multiplica por tres. Además, durante los primeros 40 metros, la iluminación proporcionada por las luces de cruce y de carretera de un vehículo es prácticamente la misma. Mas allá de los 60 metros, las luces de cruce del vehículo no tienen eficacia. El alumbrado publico facilita una iluminación superior a la de carretera que pierde eficacia a partir de 100 metros.
En cuanto al ahorro, conviene atender a estas cifras: de un consumo total de energía eléctrica de 260.000 GWh/año, las cifras relativas al alumbrado en general es del 15% y de éstos, el de alumbrado exterior es del 9%: esto significa que el consumo eléctrico debido al alumbrado exterior es de un 1,35% y dentro de éste, el de carreteras es de cerca del 30%. El consumo del alumbrado de las carreteras es de un 0,40%. Se pretende ahorrar el 50%, lo cual supone una cantidad despreciable. Conclusión: ahorro ínfimo y los riesgos muy graves.
✕
Accede a tu cuenta para comentar