Ferias taurinas
Cayetana y Alfonso se casarán el 5 de octubre por Jesús Mariñas
Nunca una boda generó tanto entusiasmo, buen refrendo a que todos, excepto alguno de sus hijos, aplaudan el enlace. Ya tiene día y hora: será el 5 de octubre a la una de la tarde, ante veinte invitados en la capilla de Dueñas, para luego celebrar el aperitivo en uno de los patios palaciegos.
«Alfonso y yo saldremos a saludar tras ser marido y mujer, me parece lo correcto» –aunque luego distribuirán las fotos de la ceremonia–, me anticipa y confirma la Duquesa, recién llegada a Dueñas, «donde proyecto descansar tras un verano tremendo». Parece que Alfonso vestirá de chaqué gris y ella decidirá la semana próxima el tono pastel del diseño que harán los Lucchino.
Un respiro, mientras un suspiro aliviado ha estremecido la Fiesta Nacional y esa Ronda pintoresca que hoy repite la corrida goyesca creada por Antonio Ordóñez. Enterradas parte de sus cenizas en el coso histórico de Pedro Romero, acaso se removieron indignadas ante la convocatoria social que en un comunicado firmaban sus nietos Fran, Cayetano y hasta la mismísima Eugenia Martínez de Irujo. Al conocer la cita en la que entremezclaban a El Juli y al imparable Manzanares, con la inevitable Cari Lapique, Fiona Ferrer y hasta esa Chayo Mohedano a punto de ser madre, nada menos que se les ocurrió montar un «photocall» tras la corrida, donde posarían los citados con esa concurrencia infrecuente en la tarde rondeña en que Cayetano vestirá un traje diseñado por la Duquesa de Alba, que lo tiene como invitado excepcional a su inminente enlace. Formará tándem con su hermano mayor, que, posiblemente, y tras la presentación vía exclusiva de su nuevo amor –una Lourdes que casi plantó a su novio de siete años al pie del altar– acaso acabe invitada. Todo es pura estrategia.
Como esta marcha atrás ante la que se les venía encima. Porque si en los últimos tiempos tan evocadora reunión empezaba a perder fuste y allí no se ve ni a Curro Romero que con Carmen Tello esta tarde estará en Madrid en la pintoresca boda de Mariola Cantarero, el deterioro también se notaba en la poca precisión restauradora de los trajes sin luces. Suele tener el remate amable, agradecido y poco normal de Fran dando la vuelta al ruedo cogido de Cayetanita sin que falten como adorno o exceso exótico los rubios gemelos de Cayetano Martínez de Irujo.
Todo sea por el colorín, el aplauso y la redondez de un «show» que va más allá de lo taurino, con el pretendido «photocall» patrocinado por un whisky escocés, hoy Ronda estará abarrotada, y habrá que ir a la caza y captura del famoseo afortunadamente eliminado el posado que rompería la tradición de lo que pretenden vender como algo irreprobable y ejemplar en los toros.
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