Italia

Berlusconi y S&P se enzarzan por la rebaja de nota a Italia

La agencia replica que sus valoraciones son «apolíticas»

El Gobierno italiano dice que la rebaja de la calificación de la deuda es irreal
El Gobierno italiano dice que la rebaja de la calificación de la deuda es irreallarazon

Italia bajó ayer otro escalón en su descenso al infierno de la desconfianza de los mercados. La agencia de calificación Standard and Poor's (S&P) redujo la nota de solvencia de la economía transalpina desde «A+» hasta «A», con perspectiva negativa de cara a la próxima revisión. S&P justificó su decisión, que llegó por sorpresa, por el elevado nivel de deuda pública (estimada en un 120% del PIB), el débil crecimiento económico y la inestabilidad política. Los tres males son intrínsecos a Italia desde hace décadas, pero en la actual coyuntura se convierten en boquetes en la línea de flotación del país.
El primer ministro, Silvio Berlusconi, respondió a S&P que sus valoraciones estaban «viciadas de consideraciones políticas» y que «parecían dictadas» por la Prensa. «Il Cavaliere» aseguró además que su Gobierno cuenta con una «sólida mayoría» en el Parlamento. La agencia replicó a estas acusaciones garantizando que se rige por «valoraciones apolíticas».
En su queja a S&P, el mandatario también recordó la ambición del Ejecutivo por alcanzar el equilibrio presupuestario en 2013. Éste se conseguiría gracias al plan de ajuste, cuyas medidas a favor del crecimiento darán fruto «a corto y medio plazo», garantizó Berlusconi. Poco después de que «Il Cavaliere» volviera a prometer el destierro del déficit en 2013, el FMI dinamitó su credibilidad. Según sus previsiones, dentro de dos años Italia tendrá un desequilibrio presupuestario negativo del 1,1%. En 2012 será del 2,4% y este año del 4%. La deuda pública tampoco dará tregua: alcanzará el 121,4% del PIB el próximo ejercicio.


El BCE impide el colapso de la deuda transalpina
La prima de riesgo de Italia cerró ayer la sesión en los 393 puntos, por encima de los 380 del día anterior, aunque definitivamente pudo ser mucho peor. El Banco Central Europeo (BCE) tuvo que intervenir en el mercado secundario por la mañana comprando bonos del país para evitar un castigo mayor de la deuda transalpina, ya que el interés se disparó hasta el 5,73% en los primeros instantes y elevó el diferencial de Italia frente a Alemania por encima del umbral psicológico de los 400 puntos básicos. El de España se relajó hasta los 359 puntos.