Barcelona
Despedida y cierre
José Tomás, junto al catalán Serafín Marín, baja el telón el próximo domingo, salvo indulto, de La Monumental de Barcelona. Su coso talismán vivirá una Merced de lujo con Morante, Juli, Juan Mora y Manzanares
Despedida y cierre. Barcelona echa el pestillo. Adiós a La Monumental. Adiós a la afición catalana, al menos, como cálida anfitriona. El próximo 1 de enero comenzará su obligado peregrinaje. Francia, Aragón, País Vasco, Zaragoza conformarán el destierro. Y es que el próximo fin de semana el histórico coso de la Ciudad Condal bajará definitivamente el cierre, salvo indulto del Tribunal Constitucional, con un colofón de lujo en el que Morante de la Puebla, El Juli y Alejandro Talavante abrirán una Feria de La Merced de muchos kilates con el deseado José Tomás bajando el telón de una de las plazas talismán de su carrera en compañía de Juan Mora y el local Serafín Marín, que pasaría a los Anales como el matador del último toro en Cataluña.
«Es evidente que será una tarde de emociones encontradas, difíciles de describir, porque se vivirán por vez primera. Desde 1998, Barcelona es un feudo vital para José Tomás, que se siente muy identificado con esa afición. La comunión ha sido perfecta, pues allí se ha sentido muy bien acogido y, sobre todo, comprendido como torero», explica Salvador Boix, apoderado del diestro madrileño e ilustre taurino catalán que siente «una enorme tristeza» ante los dos últimos festejos en el coso catalán. No en vano, el escritor se define «nada optimista», respecto a las dos vías principales para el indulto: la Iniciativa Legislativa Popular que pretende blindar la Fiesta Nacional declarándola Bien de Interés Cultural (BIC) con caracter retroactivo y el recurso presentado por el Partido Popular en el Tribunal Constitucional. Sobre este último, presentado el pasado octubre, según fuentes consultadas por LA RAZÓN se espera que la decisión final llegue una vez formado el nuevo Gobierno, que sería el encargado de pronunciarse de una u otra manera.
Sin embargo, hasta que ese, por ahora, espejismo se convierta en el anhelado oasis, la realidad es que Barcelona vivirá su última Feria de La Merced con sendos «llenos garantizados». «Son dos carteles con mucho contenido, no hemos querido escatimar y lo hemos puesto todo en un fin de semana que es la envidia de cualquier otra feria por lo que hemos podido reunir», explica Antonio Matilla, empresario del coso deseando «una digna despedida». Resignado a su suerte, perder la plaza que «es el motor económico» de su gestión al frente de varias ferias por toda España, Matilla tan sólo pide «que vengan los próximos 24 y 25 de septiembre a Barcelona y vean lo que es esta Fiesta, lo que mueve y lo que entraña tanto para esta ciudad como para el resto del país».
No es para menos. Barcelona se prepara ya para un ciclo taurino que la devolverá por dos jornadas a la veraniega y más suculenta temporada alta. Hoteles completos, bares a reventar, calles y transportes poblados por un enjambre humano que tendrán su particular panal en La Monumental a las 6 de la tarde. Y es que al ya habitual efecto José Tomás –su abeja reina–, que dirá también adiós a la fugaz temporada de regreso a los ruedos tras la brutal cornada en Aguascalientes (México), se sumará esta vez el lógico aliciente del «yo estuve allí». Presente en dos corridas de toros con proféticos visos a Historia pura del toreo. Ahí radica su doble tirón, que se traducirá en un buen pellizco para la economía barcelonesa. Inyección, por cierto, que se desvanecerá desde el 1 de enero. Es más, a la Generalitat, incluso le tocará pasar por caja para pagar unas indemnizaciones de las que brotan y menguan ceros según salgan de la boca de empresa o propietarios, la familia Balañá, o del propio Gobierno de Artur Mas. De los «300 millones de euros» de los unos, a los «pocos miles de euros» de los otros.
Otra cuestión que cobrará importancia desde el domingo es el futuro del inmueble. ¿Qué sucederá con La Monumental y su casi centenaria existencia? Inaugurada en 1914, bajo el nombre de «El Sport», la rumorología sitúa en su albero y tendidos desde un centro comercial –cometido del vetusto coso de Las Arenas, recién reinaugurado– hasta un gran centro multiusos pasando por un complejo ecológico y deportivo. O una mezquita. Por ahora, especulaciones, ya que como el vigente empresario afirma «no es el momento aún de hablar de ello, pese a que efectivamente sea una Merced distinta». «No me quiero hacer a la idea de este atropello, pero es así, nos duele mucho, porque hemos invertido años, sudor y dinero en nuestra casa, pero hemos llegado con este Arte hasta donde nos han dejado, no hay más. Sólo queda asumir la realidad y analizar lo sucedido», concluye. La reflexión es obligada. Taurinos, si no hay indulto, por lo menos, que las prohibiciones no se repitan.
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