Messi iguala al mítico Kubala

Desde hace dos años, una enorme estatua de Ladislao Kubala preside la explanada de tribuna en el Camp Nou. Una de las mayores leyendas del Barcelona recibía así su merecido homenaje. Un poco tarde, sí, pero al barcelonismo siempre le ha costado rendirse a las hazañas del pasado. Kubala fue un innovador, como le calificó ayer Guardiola. «Trajo los disparos con efecto, en su época nadie chutaba así», remarcó el técnico. Marcó 194 goles en sus once temporadas en el club azulgrana y provocó la segunda gran mudanza de la historia barcelonista. Su magia dejó pequeño el campo de Les Corts y el Barça emprendió la gran aventura que supuso la construcción del Camp Nou. Cincuenta años más tarde, un pequeño argentino también reclama a base de goles su espacio en la historia. También quiere una estatua. Se llama Leo Messi. Todos recordamos su nombre.

La «Pulga» igualó ayer la marca goleadora de Kubala con sus dos goles ante el BATE Borisov. Ya suma 194, y lo que le queda. Si no era en Bielorrusia, hubiera sido en el Camp Nou. O en Cornellà. O en el Bernabéu. Pero los récords van cayendo uno tras otro cuando Messi sale a un terreno de juego. Es insaciable y va camino de batir todas las marcas que uno pueda imaginar. Con 194 tantos a sus espaldas a los 24 años, muchas cosas han de pasar para que no se convierta en el máximo artillero de la historia del Barcelona muy pronto. En la lista, sólo César le supera. El delantero leonés anotó 235 en 16 temporadas. Messi podría batirle incluso este mismo curso, en el que hace siete en su carrera como «culé». Luego llegará el turno de superar a otros mitos como Di Stéfano, Hugo Sánchez o al mismísimo Raúl, cuyo trono de máximo goleador de la «Champions» corre serio peligro a este ritmo.

Pero la grandeza de Messi no viene sólo de sus goles. También es uno de los mejores pasadores del mundo. Villa, Pedro, Cesc y las defensas rivales pueden dar buena fe de ello. El canario, precisamente, está a punto de ver cómo su compañero iguala una marca que sólo él posee en el fútbol europeo. Hace tres años, marcó en las seis competiciones que disputó. Al argentino sólo le queda el Mundial de Clubes, que se juega en diciembre. De momento, brilló en Bielorrusia y le dedicó el triunfo, junto al resto del equipo, a Chus Pereda, otro grande.