Presos

Garitano de profesión sus falacias por Cecilia GARCÍA

La Razón
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Más de lo mismo con el agravante de que los demócratas nos tenemos que cruzar de brazos, no sin indignarnos, ante el discurso falaz e inmovilista de este individuo. Martín Garitano deshonra el cargo de diputado general de Guipúzcoa al ser ajeno al dolor, a la identidad y a la entidad de las víctimas del terrorismo. Ayer, igual que ocurrió el año pasado, Garitano ejerce el desprecio con total impunidad. La militancia obliga y el jugoso sueldo con el que mantiene y contribuye a la pervivencia económica de los proetarras también. Así –al igual que toda la izquierda abertzale, que vive de gestos y de profanar palabras como «paz»– Garitano eludió acompañar al resto de las autoridades a la basílica de Loyola para asistir a la misa oficiada por José Ignacio Munilla, que sí que va de cara contra la violencia en vez de mirar para otro lado. Prefiere, aunque esta vez no ha escenificado su apoyo, estar al lado de la asociación de familiares de presos Etxerat y convertirse en su portavoz trufando su discurso de vericuetos lingüísticos para defender lo indefendible. Por supuesto, ninguna palabra de reconocimiento por el daño causado a las víctimas. Ahí, Garitano calla y otorga, convirtiendo su silencio en una afrenta más.