Elecciones Generales 2016

Oportunidad

La Razón
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La autodesignación de Alfredo Pérez Rubalcaba para candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno indicó algo que se ha ido confirmando en estos primeros momentos de precampaña. Y es que el PSOE va a volver a centrar su campaña en el miedo a la derecha, una palabra que, en el imaginario socialista debe suscitar automáticamente, como un movimiento reflejo, imágenes de la dictadura de Franco… Para evitar la mayoría absoluta del Partido Popular, Rubalcaba y el PSOE no cuentan con un programa consistente ni con un proyecto de futuro para España. Cuentan con revivir una vez más un imaginario apocalíptico que se han esforzado en transmitir a la sociedad española.

Lo han conseguido sólo a medias. Incluso en los momentos de mayor esplendor socialista, la hegemonía de la izquierda se debió, al menos en gran parte, a la debacle suicida del centro-derecha, extraviado en frivolidades y ambiciones personales. Desde que Aznar y su equipo construyeron un partido reformista de centro-derecha, es decir desde las elecciones de 1993, pronto hará veinte años, el PSOE no ha vuelto a ganar por mayoría absoluta. No ha conseguido, por tanto, aglutinar una coalición social suficiente para respaldar su proyecto, sea cual sea éste. Evitar que gane el PP, o evitar que gane por mayoría absoluta, no son ofertas electorales suficientemente atractivas en una sociedad tan desarrollada como la española.

El PP, por su parte, tiene una rara oportunidad para demostrar lo que sabe y lo que está dispuesto a hacer, como ha dicho en estas páginas José Antonio Vera. Es cierto que la situación es muy difícil, y que el PSOE, en estos siete años, ha hecho todo lo posible para empeorarla aún más. También lo es que en los próximos meses el PP puede hacer una campaña electoral en directo y desmentir una vez más la propaganda socialista. En otras circunstancias, esta situación sería una invitación al despilfarro. En las actuales, Rajoy y el PP tienen la posibilidad de demostrar en la práctica, no sólo en los folletos y en los mítines, su disposición a acometer las reformas imprescindibles que permitan asegurar la prosperidad y el Estado del Bienestar puesto en peligro por el derroche socialista, en particular en las cuestiones clave de seguridad, sanidad, enseñanza y dependencia.

Los españoles no sólo echan de menos transparencia, honradez y austeridad. La desconfianza que expresan hacia los «políticos» traduce también una necesidad natural de políticos con autoridad, visión estratégica, capacidad para ordenar. Casi todo el mundo está atemorizado y angustiado por los cambios que están ocurriendo. Con su actitud, lo que hace el PSOE es sobre todo fomentar esa angustia. Hacen falta medidas claras, decisiones importantes y comprensibles que devuelvan la seguridad a la gente. Auditorías en todas las Comunidades del PP, medidas de austeridad claras, fomento de la prosperidad, que es tanto como decir mayor autonomía a las personas… Eso es lo que se espera del PP en estos meses y ahí se puede jugar la próxima mayoría absoluta.