Cae una red de «camellos» de gimnasio

MADRID- Iba a ser una inspección rutinaria de locales en el barrio de Usera-Villaverde. Sin embargo, los agentes de la Policía Local se encontraron con un «campamento base» de las conocidas como redes de tráfico de sustancias dopantes. Sucedió ayer en un gimnasio de la Avenida de Los Rosales de la capital.
Su dueño escondía en su interior todo un «arsenal» de hormonas de crecimiento y anabolizantes que habitualmente se utilizan como sustancias dopantes.
Los agentes municipales sospecharon del local deportivo cuando en dependencias cerradas al público encontraron una nevera. Dentro hallaron hormonas de crecimiento y sustancias como somatropin, equipose y diversos inyectables de insulina, «típicos» de deportistas que pretenden modificar de forma artificial la capacidad de rendimiento tanto mental como física y de acelerar y aumentar el crecimiento de la masa muscular. Su consumo acarrea graves consecuencias para la salud, como tumores hepáticos, retención de líquidos, hipertensión arterial y enfermedades coronarias.
Las sospechas de los agentes sobre la ingesta de estas sustancias en el propio gimnasio se confirmaron cuando comprobaron que los envases presentaban signos evidentes de haber sido parcialmente consumidas, con los prospectos de uso en lengua extranjera y sin ninguna receta médica que justificara su presencia en el establecimiento.
La inspección se saldó con la detención de la responsable del gimnasio por un presunto delito contra la salud pública y la intervención de un total de 26 cajas de diversas sustancias y medicamentos.

Del gimnasio al taller
Tras el hallazgo del gimnasio, la Policía inspeccionó un taller de lavado de coches, propiedad también del dueño del gimnasio. En esta segunda operación colaboraron también funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía destinados en las Dependencias de Madrid-Usera.
En el taller se detuvo a un total de cinco personas por un presunto delito contra la salud publica y se intervinieron 303 cajas de diversas sustancias, como L-carnitina, Cinfatos, Nitilens, junto a varias cajas de profilácticos y lentillas oculares, varias armas de fuego y munición, armas blancas, material informático y un vehículo de alta gama marca BMW propiedad del titular del gimnasio y del lavadero de coches.
Además del «doping» en el deporte de élite, que ha salido a la luz en conocidos casos como las operaciones «Puerto» o «Galgo», las mafias del dopaje centran su actividad en los gimnasios así como en los locales de ocio de la ciudad. Culturistas y chicos con ganas de conseguir musculatura visible y rápida son sus objetivos e internet y los propios locales sus canales de distribución. Según Interpol, el tráfico ilegal de sustancias como esteroides, péptidos, hormonas del crecimiento y complementos nutricionales de todo tipo se ha convertido en una actividad más lucrativa para la delincuencia organizada que el tráfico de drogas tradicional. Esta «rentable» actividad comercial alcanza cada año una cifra global de negocio por un valor aproximado de 15.000 millones de euros.