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Calambres educativos

La Razón
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Las relaciones entre los sindicatos de enseñanza y la consejera de Educación están como Rafa Nadal: dan calambre. El problema es que lo de Nadal se arregla con un fisio, un buen masaje y un poco de relax y lo de Lucía Figar con los sindicatos no lo arregla ni Punset en una temporada completa de «Redes». Dos horas. Ciento veinte minutos. ¿Todo el lío de la educación es por dos horas? Pues no. Obviamente, no. Dos horas pasan en cuatro recreos y no estaríamos montando todo este lío por un par de giros de reloj. Y a la vez sí. Dos horas se han convertido en la línea roja que los sindicatos no están dispuestos a cruzar. Pero quizá lo más triste es que, pase lo que pase el eslabón más débil de toda la historia es siempre el mismo: el niño en el bautizo, la novia en la boda y el muerto en el entierro es el usuario final.
En esta historia, los padres. Nosotros. Esos mismos padres que la semana que viene, si tienen a los chicos en edad de Secundaria, tendrán que buscarse la vida para esquivar un día de huelga. Bienvenidos al nuevo curso. El 14-S ya está aquí.