Operación Policial

Adiós al macho ibérico

El varón español del siglo XXI ha dejado atrás el modelo clásico de masculinidad para dar paso a un nuevo hombre más sensible, cariñoso y divertido, pero sin apartarse de algunos de los clichés más típicamente masculinos.

La Razón
La RazónLa Razón

 A pesar de haber sido víctima en los últimos tiempos de una feminización forzosa ya que consideran que el cambio ha sido impulsado por las mujeres – son ellas las que han decidido que el modelo clásico ha caducado–, por nada del mundo renunciarían a salir con los amigos, irse de cañas o ver un partido de fútbol.

Este retrato robot del hombre moderno es el que ha dibujado un estudio sociológico que presentó ayer Amstel y la empresa de investigación de mercados Punto de Fuga. El resultado ha sido un hombre sin apenas diferencias con la mujer: comprensivo, tranquilo, atractivo, respetuoso y responsable. Un paso hacia la igualdad pero manteniendo, por voluntad de ambos, las peculiaridades propias de cada sexo. «El nuevo hombre es prácticamente una mujer con pantalones», señala el sociólogo Mauro González, responsable de la empresa que ha realizado el estudio. Una de las conclusiones es la existencia de seis perfiles distintos de hombre y en algunos casos contradictorios.

Divididos en guapos (Mario Casas es su mayor representante), machos (Javier Bardem), elegantes (Pep Guardiola), metrosexuales (Cristiano Ronaldo), maduros (José Coronado) y perfectos, los hombres creen que encajan con lo que buscan las mujeres, que ven a Iker Casillas o a Rafa Nadal como su hombre ideal.

La nueva radiografía de la personalidad masculina revela factores como la simplicidad, la inmadurez, el miedo al compromiso y la poca comunicación como elementos que caracterizan al hombre actual. La fuerza física y el atractivo físico –espontáneo y despreocupado– identifican al género masculino. A pesar de que los hombres son ahora más sensibles viven sus emociones de forma más plana que las mujeres, con menor intensidad y con un mayor equilibrio emocional. Lo que no cambia en los hombres son sus aficiones: los deportes, los videojuegos y el bricolaje.