Hollande y Aubry cortejan al candidato anticapitalista

París- El duelo de la segunda vuelta será más ajustado de lo previsto, pues sólo nueve puntos aventajan al ex primer secretario del partido.

Tanto es así que la suficiencia y el frenesí de quien se sabe vencedor dieron paso en el cuartel general del candidato la noche del domingo a una cierta tensión y una gran inquietud. En frente, la actual número uno del Partido Socialista, Martine Aubry, sorprendió con un resultado –cercano al 31%–, y que le permite jugar el todo por el todo para tratar de imponerse a su contrincante. Durante la campaña, su posicionamiento a la izquierda ha sido fructífero y la harían acreedora de buena parte del 17% de los votos obtenidos por Arnaud Montebourg, del ala más radical, al que las encuestas subestimaron en sus proyecciones y paladín de un concepto de «desglobalización» que ha calado en un electorado de izquierdas proclive a un mayor proteccionismo en estos inciertos tiempos de crisis económica y financiera.

Hasta el domingo, ambos bandos negocian sus apoyos, aunque la gran incógnita seguirá siendo la movilización de un electorado de izquierdas muy abierto –va más allá de los militantes socialistas– y por tanto imprevisible. Pese al respaldo anunciado por los ex candidatos Manuel Valls (5,7%) y Jean-Michel Baylet (0,7%), la reserva de votos de Hollande sería según los analistas más limitada que la de su rival Aubry, con quien se verá las caras este miércoles en un debate en el que espera reine, tras los ataques personales sufridos durante la campaña, un mayor «respeto».

Precisamente, el tono agresivo de Aubry no jugaría en su favor. Según un sondeo publicado ayer, la mayoría de franceses consideran a la política gala «menos creíble» que Hollande, al que un 61% de encuestados cree «más apto» para vencer a Nicolas Sarkozy en la conquista del Elíseo la próxima primavera.

Deshojando la margarita
Montebourg era ayer el hombre más solicitado y sus votantes los más cortejados. Sin embargo, consciente de que sus electores «no le pertenecen», no dará ninguna consigna de voto aunque sí podría decantarse, «a título personal», por el que mejor represente su ideario o incorpore propuestas suyas como la «puesta bajo tutela de la banca» o la moralización de la política. Ése será el contenido de la carta abierta que va a dirigir a ambos candidatos y que será publicada por la Prensa antes del debate televisivo entre los finalistas del miércoles.