Políticos todos iguales por Iñaki Zaragüeta

Nuestros gobernantes se han propuesto que los usuarios de la Sanidad pública sepamos lo que cuesta el servicio que se nos presta. Para ello, algunas comunidades han puesto de moda entregar al paciente una factura «informativa» del valor económico de su visita al médico, de la asistencia en Urgencias, de la intervención quirúrgica o de cualquier gasto que ocasionamos por enfermedad. Excelente iniciativa, porque pienso que lo han decidido con la plausible y «sana» intención de que tomemos conciencia de lo que vale, económicamente hablando, atendernos, aunque no sean ellos, los políticos, quienes ponen el dinero para ello, sino nosotros mismos, los ciudadanos, los que lo pagamos con nuestros impuestos y cotizaciones.

Como casi siempre, nuestros representantes se quedan cortos, por no hablar de la «ley del embudo». Mi amigo Rogelio va más allá y tiene grandes ideas para ampliar esa concienciación sobre el gasto. Por ello, propone que, cada vez que el jefe del Estado, presidentes del Gobierno y autonomías, ministros, diputados, senadores, presidentes de Diputación, alcaldes, etecé, se suban al coche oficial, se le entregue la factura correspondiente. También cuando vayan a centros de mayores o colegios, engalanados especialmente para su visita. O cuando asistan a las fiestas, recepciones, comilonas, que se organizan por cualquier cosa en su honor, al igual que cuando se suban en clase Business de trenes o aviones.

Todo ello, como pretenden con nosotros, no para que dejen de hacerlo, sino con la exclusiva intención de que «tomen conciencia» de lo que nos cuesta a los ciudadanos mantener tantos cargos públicos. Porque eso, como nuestra asistencia sanitaria, también sale de nuestros bolsillos, no de los de ellos. Así es la vida.