Operación Lezo

Orgullo español liberal y «aguirrista»

González pide el apoyo de la Asamblea para continuar el proyecto y las propuestas del programa de Aguirre. En un emocionado discurso ofrece diálogo y «todo lo que esté en mi mano para fortelecer la unidad de España»

El presidente en funciones se emocionó al agradecer a Esperanza Aguirre «su confianza y cariño».
El presidente en funciones se emocionó al agradecer a Esperanza Aguirre «su confianza y cariño».larazon

MADRID- La Asamblea de Madrid se cargó ayer de emotividad e ideología. Celebró la primera sesión del Debate de Investidura del que será el cuarto presidente de la Comunidad, en el que Ignacio González pidió el apoyo de la Cámara con un discurso en el que, casi a modo de presentación y tras declararse «heredero de Esperanza Aguirre», el presidente en funciones realizó una auténtica declaración de principios y promesas.

No hubo ningún anuncio estrella; consecuencia directa de la crisis económica y de la cercanía con el Debate sobre el Estado de la Región, en el que Aguirre ya desgranó los proyectos pensados por su Gobierno para el próximo año, y que, «hoy, quince días después, hago míos», afirmó ayer González. De hecho, la única novedad respecto a la «hoja de ruta» que Aguirre diseñó antes de irse, fue el anuncio de la supresión de los organismos públicos Promomadrid, la Agencia de Protección de Datos, el Consejo Asesor de RTVE y el Consejo Económico y Social; así como la puesta en marcha de una ley del patrimonio histórico y un plan de reforestación para Robledo. Además, aseguró que antes de que acabe el año retirarán el Fondo de Formación a sindicatos y patronal y se lo darán a los autónomos que creen empleo y mantuvo el objetivo de Aguirre de reducir a la mitad la Asamblea.

Arropado por sus predecesores en el cargo –presentes todos en la tribuna de invitados– González quiso iniciar su discurso dirigiéndose a su antecesora, con la que trabajaba desde hacía 25 años. El presidente en funciones dedicó más de diez minutos de su tiempo a Aguirre. «Si de algo estoy orgulloso de mi vida política es de haber aprendido y compartido tantos años, experiencias y momentos buenos y difíciles con ella», comenzó. Destacó la fidelidad a sus principios, su pasión por España y su entrega, trabajo y dedicación. «Puede estar orgullosa de su obra», añadió. El aplauso, sonoro, hizo que la ex presidenta se levantara desde la tribuna para saludar. Y éste no fue el momento más emotivo. Fue cuando se refirió directamente a ella y a su decisión de nombrarle sucesor. La voz se le quebró. El «hombre fuerte» del Gobierno regional, la «mano derecha» en la que siempre se ha apoyado Aguirre, se emocionó. «Quiero agradecerle públicamente la oportunidad que me ha dado de crecer políticamente a su lado, su confianza y el cariño que siempre me ha demostrado». Para terminar esta frase hizo falta un sorbo de agua y la pausa de un aplauso. La emoción, sin embargo, no se fue hasta varios párrafos más adelante.

La continuidad

El próximo presidente regional llevaba preparando el discurso del Debate de Investidura desde el pasado jueves y, aunque lo redactó junto al mismo gabinete que asesoraba a Aguirre en Sol, en su alocución pudieron observarse varios detalles 100% González. Su metodismo y orden pudo apreciarse en la estructuración clara y en bloques del discurso. Así, tras los elogios a su predecesora, continuó exponiendo a la Cámara las razones de su candidatura, momento en el que se comprometió con los proyectos que el PP de Madrid llevaba en su programa electoral: «Todo va a continuar igual, como si Esperanza Aguirre hubiera seguido al frente de la Comunidad». La alocución continuó con una auténtica carta de presentación y declaración de principios. González desgranó sus motivaciones políticas consciente de que se dirigía a los diputados autonómicos, pero también a todos los madrileños, para los que hoy dejará de ser el «número dos» para ser su presidente.

«Estoy orgulloso de ser español», declaró en el día en el que Arthur Mas lanzaba su reto al Gobierno de la nación con el anuncio de elecciones anticipadas. «Sin patrioterismo ni alharacas, creo que vivimos en un momento en que es muy importante que los españoles, todos los españoles, estemos unidos para afrontar las dificultades de la crisis». Por ello, se comprometió «como presidente de la Comunidad a hacer todo lo que esté en mi mano para fortalecer la unidad de España». El siguiente principio de la lista fue la «libertad», donde defendió «garantizar y ampliar el ejercicio de la libertad de los ciudadenos. No dirigirles».
Tras realizar un balance del estado de la Comunidad –algo más escueto del oído hace 15 días de boca de Aguirre– González terminó en una hora (media hora menos que su antecesora) y sin telepronter, con una lista de 17 compromisos; entre ellos trabajar por el bienestar de todos los madrileños, la creación de empleo como prioridad, el diálogo con la oposición y sindicatos, la transparencia y la austeridad, Por último solicitó a la Cámara su confianza y a Dios su ayuda para ser presidente.