Dr Luis Rojas Marcos: «Antes de los cuatro años no conservamos los recuerdos»

¿Por qué la memoria nos preocupa tanto?
Es cierto que los fallos de la memoria nos preocupan, sobre todo cuando pasan los años y pasada la década de los 40, aún más. A veces se trata del miedo que provoca el olvidar cosas, el padecer enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer.

¿Cómo ayudan o perjudican las nuevas tecnologías en su desarrollo?
Exponemos a la memoria mucho más. Tenemos miles de claves, «pins» o «passwords» que tenemos que recordar para acceder a nuestra vida-trabajo en el ordenador y eso por un lado estimula la memoria, es un ejercicio de activación. Si falla, le atribuimos un fallo de atención, que es más bien un error de distracción, ya que no se prestó la suficiente atención cuando se dijo tal cosa o sobre dónde aparqué el coche. Si que es cierto que, a veces, dejamos que sea la máquina, y no el hombre, quien haga este trabajo, pero siempre hay algo que debemos recordar y eso ayuda a mantener viva la mente. A muchos les gusta dejar patente sus recuerdos en internet (redes sociales) y eso es algo que sí que parece que no se borrará.

¿Y los nuevos «gadgets»?
Sí que es verdad que ya no recordamos los teléfonos como antes, que se apuntaban en agendas y se aprendían de memoria al teclear, pero ya lo hacemos cuando tenemos que acceder a ellos de forma electrónica o saber en qué forma se guardó y dónde. Ayudan si se emplean bien, ya que para usarlos tenemos que saber cómo y esos mecanismos sólo los sabe la memoria.

¿Por qué no tenemos recuerdos de la niñez más temprana (menos de tres años)?
En ese momento el cerebro no está preparado para acumular los recuerdos, sino que más bien está preparado para aprender cómo son las cosas y ya a partir de los tres o cuatro años, ya se halla maduro para conservar los recuerdos. Conoce cómo conseguir objetivos: llorar para llamar la atención de los padres para comer o para expresar malestar, pero no conserva si un día se cayó de la cuna.

¿Qué provoca que, a veces, recordemos los sueños?
Recuerdos almacenados que se mezclan entre los que de verdad ocurrieron. Forman parte del mundo del subconsciente, que tanto misterio despierta. Sobre él, se trabaja para conocer más sobre la persona en sí.

¿Cuánto sabemos hoy del cerebro?
Es un gran órgano del que cada día aprendemos algo más, pero del que queda un gran porcentaje por conocer, tanto biológicamente como psicológicamente. Cómo ocurren los fallos de memoria, dónde se origina las enfermedades psiquiátricas... es un todo apasionante.

¿Por qué no sabemos sacar el máximo provecho de la memoria?
A veces simplemente nos «olvidamos» de que está ahí y hay que ejercitarla para poder evitar llegar a las quejas como «por qué me falló». Hay que estimularla de forma continua.

¿Qué remedios «caseros» podemos emplear para ello?
Se necesita ser constante y disciplinado para domar este órgano, pero sí que se consigue. Hay que mantenerse socialmente activo, y el Facebook no es eso. Hay que mantener relaciones «reales» con mucha gente diferente, interesarse por los temas e investigar en ellos. Hacer mucho deporte, eso ayuda al riego sanguíneo y previene los problemas cardiovasculares. Luego hay trucos, como la nemotecnia para fijar ideas. Todo vale y es necesario.

¿Cuándo podremos enfrentarnos a la neurodegeneración?
Aún es pronto, pero estamos en el buen camino. Se conocen los principales mecanismos, algunos pasos, pero no el proceso completo. Mientras llega ese momento, tenemos un arsenal terapéutico con fármacos, ejercicios y las más diversas técnicas para retrasar el deterioro de nuestras neuronas. 

¿Qué es la memoria falsa?
Interesante cuestión, pues se refiere a eso que se ha implantado en nuestro cerebro pero que nunca tuvo lugar. Se vio que ocurría en una corriente psicológica en EE UU, cuando muchos dijeron que algunos de sus traumas venían de abusos en el pasado. Con el tiempo se comprobó que la manipulación de la mente por parte de algunos profesionales, «no crees que esto podría haber pasado así...», pudo derivar en la creación de recuerdos que nunca tuvieron lugar.