La última traca para Marco

Cheste (Valencia)- Antes de que empezara la competición, la recta de meta se llenó de gente y de la mayoría de motos de MotoGP y Moto2. Una serpiente multicolor al estilo del ciclismo encabezada por la Honda de «Sic» y pilotada por un mito, Kevin Schwantz. La lluvia y el frío descafeinaron el minuto de «jaleo», aunque no pudieron con la traca que estuvo a la altura del homenaje. Jorge Lorenzo y Marc Márquez no han competido en Cheste y allí estaban puntuales en la línea de salida para demostrar que el eslogan que ha adoptado este fin de semana el equipo Gresini –«Marco es uno de los nuestros»–es absolutamente cierto. El destino le hizo un guiño a la escudería transalpina con la inesperada victoria en Moto2 de uno de sus pupilos, Michelle Pirro, que se emocionó en el podio mientras sonaba el himno y reconoció haber sentido cómo Marco le ayudaba a alcanzar antes que nadie la bandera de cuadros. El jefe del equipo lloró desconsoladamente en el muro de «boxes» tras dos semanas durísimas: «Es una emoción muy fuerte. No es fácil de explicar lo que siento tras una victoria con tanto significado».

Con el título ya decidido, la carrera de la categoría intermedia no tenía demasiado interés, aunque dejó el detalle de la caída del ya campeón Bradl. Es cierto que sin Márquez las circunstancias no se pueden comparar, pero si le hubiera pasado lo mismo, con Marc en pista, el trofeo estaría ahora en la vitrina del piloto catalán. El alemán no se hizo daño y mañana celebrará su conquista haciendo una prueba con una Honda oficial de MotoGP.