José Antonio Bermúdez de Castro: «Las campañas deberían ser juegos de caballeros»

–La austeridad presidirá esta campaña. ¿En qué van a ahorrar sobre todo?
–En publicidad exterior. Se utilizarán más las redes sociales.

–Se gastará menos. ¿También se hablara menos?
–Se hablará lo preciso de los retos que tiene la sociedad española, sobre todo del paro, que es el gran reto.

–Lo digo porque da la impresión de que en las campañas sobran promesas...
–El PP cumple lo que promete.

–Decía Otto von Bismarck: «Nunca se miente más que después de una cacería y antes de las elecciones».
–Eso lo harán otros. España necesita que se diga la verdad, y la verdad diremos.

–¿Cree que siguen siendo necesarios los mítines?
–Sí: sirven para movilizar a los simpatizantes y dar a conocer los mensajes que luego recogerán los medios.

–¿Usted se lo pasa bien en los mítines?
–Nunca me aburro en campaña. Me gusta escuchar a Mariano Rajoy.

–Hombre, se lo sabrá de memoria...
–Mariano no siempre dice lo mismo en cada sitio. Y tiene una fina ironía que renueva en cada caso.

–¿Cree que en esta campaña van a influir mucho los «indignados»?
–No lo sé. Eso se verá el 20-N.

–¿Está indignado con los «indignados»?
–Dijo Tito Livio: «La democracia es el imperio de la ley por encima del de los hombres». Los «indignados» tienen derecho a pedir cambios, pero deben respetar las normas, como todos.

–¿Con qué está indignado usted?
–Con la situación que vive España y con que Bildu esté ahí.

–Algo odiará de las campañas electorales...
–Los insultos. Las campañas deberían ser juego de caballeros, no de villanos.

–¿De qué tópico se intentará huir?
–De prometer cifras de creación de empleo.

–¿Se parece el duelo Rubalcaba-Rajoy a un Real Madrid-Barcelona?
–No, porque no hay igualdad. Rajoy es bastante mejor.

–Parece que Rubalcaba necesita mucho café. ¿Qué necesita Rajoy?
–Mariano está muy despierto. Rubalcaba vive en un sueño: él no fue nunca vicepresidente ni responsable de lo que ha hecho el Gobierno.

–A lo mejor toma descafeinado...