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Castilla-La Mancha

Roche se sale de madre por Sergio ALONSO

Roche se sale de madre, por Sergio ALONSO
Roche se sale de madre, por Sergio ALONSOlarazon

Antes de empezar, conviene dejar algunas premisas claras. Es cierto, muy cierto, que las Administraciones se hallan prácticamente en quiebra. El estado de las cuentas es tal, que pocos feudos hay todavía capaces de acometer los pagos ordinarios comprometidos hasta final de año. En Madrid, por ejemplo, más de un hospital sólo puede pagar ya los intereses de los intereses; en Castilla-La Mancha, las farmacias sufren desde mayo los impagos por parte de la Administración y en Cataluña se suspenden consultas los viernes para reducir gasto. El drama es generalizado, sin color político, y la retribución a los proveedores y laboratorios supera en muchos feudos los 600 días. Desde luego, no hay derecho: las empresas deben cobrar por su trabajo y no pueden hacerlo, lo que compromete su futuro y el de sus empleados. Pero dicho esto, conviene resaltar también que lo de Roche de estos días no es de recibo, ni tiene perdón de Dios.


En una salida de pata de banco, su director general, Severin Schwan, lanza un aviso a España. Esto no es Grecia, pero poco le falta, vino a decir, dadas las demoras en los pagos por parte de la administración. Su andanada al viento encuentra explicación en que la compañía vive prácticamente de los fármacos de hospital, que son precisamente los que se pagan tarde. Pero una cosa es que se paguen con retraso, y otra muy distinta es que se paguen mal. Schwan, al que parecen habérsele olvidado ya los jugosos beneficios que obtuvo Roche con la venta de Tamiflu en plena crisis de una enfermedad a la postre inexistente, como la gripe A, no habla de que en nuestro país el gasto farmacéutico hospitalario se ha disparado muy por encima del gasto en primaria. Dicho de otra forma: empresas como la suya venden más que antes en este ámbito, de lo que se deduce que, aunque más tardíos, sus beneficios serán mayores a la larga.